Cestas, espigas y el Acueducto

El municipio de Garcillán, situado a unos catorce kilómetros de la capital segoviana, ya puede presumir de contar con un escudo propio. A raíz de una iniciativa de los propios vecinos, el Ayuntamiento puso en marcha hace más de un año todo lo necesario para crear un diseño emblemático que representase al pueblo, un proceso que concluyó el pasado 9 de febrero con la publicación del actual escudo en el Boletín Oficial de la Provincia de Segovia.

Su alcalde, Javier Gómez, cuenta que la propuesta surgió una noche de agosto de 2019, durante la celebración de una de las jornadas culturales de los Veranos de la Villa que aúnan exposiciones, conciertos y proyecciones de cine infantiles. En el acto de presentación de las actividades de la asociación Plaza Mayor se inició un debate entre los asistentes acerca de la posible creación de un escudo para el pueblo y los elementos que debía contener.

«La gente empezó a lanzar ideas», apunta el regidor. La patrona, el Acueducto, una noria de agua, las cestas o el puente fueron algunas de ellas. La diseñadora local Judith Bernabé no tardó en presentar un boceto al Ayuntamiento. «Tenía las cosas muy, muy claras y enseguida hizo el dibujo», recuerda Gómez.

El escudo cuenta con tres blasones diferenciados. A la izquierda, sobre un fondo rojo se ve una representación del Acueducto, que hace referencia a la historia del municipio. Como explica el regidor, se rememora la pertenencia de Garcillán al partido judicial del Sexmo de San Milán dentro de la Villa y Tierra de Segovia desde el siglo X hasta la actualidad. La parte situada en la zona inferior del escudo, en color verde, representa la actividad económica. «Las ondas son las huertas y las espigas, la agricultura de secano», indica Gómez.

También las espigas podrían aludir a la fiesta que lleva su nombre y que es la celebración de adoración eucarística que se conmemora cada cien años y que, según el alcalde, la próxima vez que tenga lugar será dentro de unos sesenta años.

Por último, en la parte derecha del escudo aparecen tres cestas sobre un fondo azul que tienen varias interpretaciones. Gómez relata que antiguamente, en la charca del pueblo, había bastantes cultivos de trigo, «que era un material básico para hacer cestas». Pero también se pueden asociar a la leyenda que se cuenta en Garcillán, que dice que los lugareños intentaron construir una escalera de cestas que llegara hasta el cielo y, cuando solo les faltaba una para llegar, le preguntaron al más inteligente del pueblo qué podían hacer, a lo que respondió que debían coger la cesta de abajo y ponerla arriba del todo. «Es la leyenda más popular que tenemos, por eso a la gente de Garcillán se nos llama 'cesteros'», señala.

La memoria histórica y heráldica justificativa realizada por el equipo de gobierno define así el escudo: «Escudo terciado en mantel. Primero de gules con un acueducto de plata, de dos órdenes mazonado de sable. Segundo, de azur con tres cestas de oro. El mantel con tres ondas de sinople en punta, surmontadas de cuatro espigas arrancadas de sinople. Timbrado de la Corona Real Española».

Para el alcalde de Garcillán, en general este proceso «no hay ido mal», si bien es cierto que han tenido que realizar dos o tres modificaciones para adaptar el diseño a la normativa. Los colores, que fueron elegidos por la diseñadora, no tienen ningún significado especial. El regidor manifiesta que Bernabé al principio ideó las cestas en color plata; pero en el pleno municipal de aprobación formal, el pasado 20 de junio, se acordó realizar un cambio. «Nos parecía que tenía un contraste mayor el dorado que el plateado», aclara.

Ahora que se ha publicado en el BOP, este escudo ya aparece en todos los documentos y comunicaciones oficiales del Ayuntamiento de Garcillán, que hasta ahora en su lugar plasmaba el escudo de España.

El próximo paso es crear una reproducción de este emblema para que pueda exponerse en algún lugar público y lo disfruten todos los vecinos. Gómez confía en que pronto se pueda colgar un escudo de cerámica en el edificio del Ayuntamiento e incluso admite que han pedido algún presupuesto. «Tenemos pendiente la rehabilitación energética del edificio del Consistorio. Cuando esté hecha, pondremos el escudo en alguna de las paredes de la fachada principal», revela el regidor.