La carroza vuelve a brillar en el Corpus

Unos 130 niños y niñas de Primera Comunión tomaron parte en la procesión de Corpus Christi, que por fin pudo lucir la carroza que porta la custodia, restaurada para la procesión de hace dos años que no llegó a celebrarse a causa de la pandemia de covid-19. El desfile pudo lucir así en todo su esplendor, en una mañana en la que el tiempo acompañó, pues no hacía el calor de los días anteriores.

La carroza de la procesión segoviana del Corpus tiene dos partes: el carro de madera, que data del año 1740, y el ostensorio, con dos siglos más de existencia, que antiguamente salía en andas. La procesión partió de la Catedral tras la misa y desfiló por las calles aledañas a la Plaza Mayor. Hizo cuatro paradas, en los cuatro altares dispuestos delante de las iglesias de San Miguel, del Seminario Diocesano y San Martín y del convento del Corpus Christi. En el Seminario Diocesano, los niños que han recibido la Comunión en el colegio de las Madres Concepcionistas interpretaron una pieza musical. En la parada del Corpus, el protagonismo lo tuvieron las monjas clarisas y los alumnos del colegio de los Maristas. El pvaimento estaba alfombrado con cantueso y pétalos de rosa.

Los miembros de la Banda de Cornetas y Tambores de la Soledad Dolorosa de Santa Eulalia abrían el desfile. Después, marchaban los pequeños que acaban de recibir la Primera Comunión en las distintas parroquias y en los colegios religiosos de la ciudad. Representantes de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Segovia y de todas las cofradías, hermandades y feligresías, con sus estandartes, antecedían a la autoridad eclesiástica, a los miembros de la corporación municipal y a los representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Alumnos de la Academia de Artillería y los músicos de la Unión Musical Segoviana cerraban el cortejo, que brilló como siempre.

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