Borrar
Miembros de Amigos del Camino de Santiago acceden en su última salida a la Fuente del Pájaro (en el círculo). Fotos de la Asociación Amigos del Camino de Santiago
Provincia

En busca del manantial escondido

Amigos del Camino de Santiago en Segovia despejan el acceso a la Fuente del Pájaro, hasta ahora tapada por la vegetación y para la que piden el acondicionamiento del entorno

Lunes, 14 de marzo 2022, 11:21

Comenta

«Hasta hace pocas fechas la fuente estaba desaparecida». La vegetación agreste la había engullido y ocultado de las miradas. «Una pena -apunta el presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Segovia, Antonio Fraile- porque está en un sitio muy apetecible para el descanso, en la única pradera con árboles que hay en la zona por la que discurre el agua del arroyo Aguamala». Este manantial discurre por las lindes entre los términos de Zamarramala y Valseca, aunque por unos escasos metros pertenece a éste último. Este pequeño remanso natural y frondoso «era muy usado por los pastores, que se juntaban a descansar a la sombra», evoca Fraile a partir de la tradición oral recabada de los vecinos y asociaciones culturales de los lugares a los que rinden visita.

Y es que, además de peregrinos, también los socios apasionados de la Ruta Jacobea ejercen a veces de exploradores, otras de jardineros y hasta de aprendices de arqueólogos, aunque «no nos metemos en los ámbitos de los demás», matiza el presidente.

La más reciente expedición de los Amigos del Camino de Santiago recorrió el itinerario entre el barrio incorporado de Zamarramala y Valseca. Fue la forma de dar la bienvenida a los treinta nuevos socios peregrinos que alistados en la agrupación. Unas ochenta personas participaron en la cita, que tuvo entre sus misiones la de descubrir la Fuente del Pájaro, un entorno que como hace hincapié Antonio Fraile, entraña un «gran valor sentimental» para los vecinos de la zona.

Muchos lo desconocían

«A la mayoría de los socios les preguntabas sobre la fuente y afirmaba no conocerla, y por supuesto tampoco la ubicaban», relata el presidente de la asociación. Además, la fuente presta su nombre al albergue municipal de peregrinos que hay en Zamarramala. Otra cosa es la memoria que custodian los mayores de cada lugar. En su escala en Valseca, los más veteranos sí daban cuenta de su existencia y contaban historias sobre el paraje, como cuando en los años noventa hubo unas familias que se preocuparon por devolver la visibilidad al manantial y mantener limpio el entorno.

Ahora han sido unos socios de Amigos del Camino de Santiago en Segovia los que ha querido descubrir la Fuente del Pájaro. Durante una jornada, provistos de rastrillos y tijeras podadoras, despejaron el acceso de zarzas, maleza y cardos que la ocultaban y que la mantenían en el ostracismo. Así, han dejado al descubierto el manantial que surte a la fuente, situada en el arroyo de Aguamala, otro desconocido para muchos de los andariegos.

Ese desbroce arroja luz sobre la mampostería de piedra caliza sobre la que está labrada la Fuente del Pájaro. Además, explica la asociación, «posee una pequeña pila de cemento protegida por una trampilla, y una piedra caliza esculpida en la parte superior en el que se observa la figura del pájaro» que da nombre al misterioso surtidor. Si se sigue el curso del arroyo al final hay abrevadero para ganado al que la vegetación agreste ha respetado, y es que, según opina Fraile, eso quiere decir que aún hay pastores que lo dan uso para saciar la sed de sus cabañas.

Cuidar (y mostrar) los tesoros ocultos

La Asociación de Amigos del Camino de Santiago quiere preservar la Fuente del Pájaro y pide a las instituciones a las que corresponda y competa que desbrocen el enclave, y no solo el acceso, para que el lugar luzca por sí solo. Si además se quiere dar más lustre al paraje, la agrupación propone acondicionar el espacio con algún banco y alguna mesa. Para Fraile, «sería una pena perder lugares históricamente importantes para los vecinos» de Valseca y Zamarramala en el caso de Fuente del Pájaro, un deseo que hace extenisble a «los pequeños tesoros que permanecen ocultos» a lo largo del Camino de Santiago de Madrid que cruza tierras segovianas.

«La recuperación de esos bienes que atesoran los pueblos sería bueno para el Camino», incide el presidente de la asociación, quien también aboga por su mantenimiento y señalización para convertirse en un reclamo más que engrandezca el atractivo que de por sí tiene el recorrido jacobeo por la provincia. Fraile cita, por ejemplo, la fresneda de Añe o una cruz que se alza un poco apartada del camino, también en Valseca, y que simboliza una historia del pueblo que no todos conocen. Y es que ahí, en ese paraje, falleció en el siglo XVIII un vecino que trabajaba en una cantera. Esa cruz es el homenaje que el pueblo le rindió y que sigue erguida al cielo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla En busca del manantial escondido

En busca del manantial escondido