Aguilafuente prohíbe el botellón en las instalaciones municipales del colegio

El botellón tiene los días contados en Aguilafuente, al menos en las instalaciones municipales del colegio. A través de un bando municipal, publicado el pasado jueves, el alcalde de la localidad, Jesús Ballesteros Massó, ha puesto en conocimiento de los vecinos «que se precisa autorización para el uso de las instalaciones municipales del colegio para cualquier tipo de actividad extraescolar». Estas permanecerán cerradas fuera del uso autorizado, «prohibiéndose tajantemente la realización de encuentros y botellones en las mismas». El bando advierte de que «estos hechos, de realizarse, se pondrán en conocimiento de la autoridad competente y se exigirá la reparación de cualquier daño ocasionado a los responsables pertinentes o responsables legales, en el caso de ser menores de edad».

La aparición de algunos desperfectos, como la rotura de cristales, en el edificio del colegio ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia no solo del alcalde, sino también de padres que han denunciado el estado de las instalaciones, en un colegio al que acuden niños de corta edad. «En el último año hemos observado que durante los fines de semana este espacio se ha convertido en punto de encuentro de adolescentes que acuden a fumar y beber», explica Jesús Ballesteros. Aunque hasta la fecha «no se han descontrolado mucho», precisa, el Ayuntamiento ha decidido tomar cartas en el asunto para atajar el botellón en estas instalaciones deportivas compartidas con el colegio, que hasta ahora permanecían abiertas.

Son las únicas instalaciones deportivas en el casco urbano del municipio, ya que las otras, las del frontón, se encuentran a aproximadamente un kilómetro. «No tenemos más remedio que cerrar el acceso directo», lamenta el alcalde, quien insiste en que el incumplimiento del bando dará lugar a responsabilidades.