El padre de la educación española
La calle Francisco Giner de los Ríos homenajea al impulsor de la Institución Libre de Enseñanza
elena rubio
Lunes, 23 de mayo 2016, 12:00
Aparentemente es una calle tranquila y sencilla. Muchos segovianos pasan por ella con el coche en el único sentido que tiene de circulación como vía de escape para salir del barrio de San José Obrero, ya que comunica Doroteo Pato con la avenida de la Constitución, siendo atravesada por las vías de los Hermanos Martínez Aguilar y Capitán Perteguer. Sin embargo, la calle Francisco Giner de los Ríos es mucho más que una calle de paso ya que a diario tiene mucha vida gracias al Instituto de Enseñanza Secundaria, Francisco Giner de los Ríos.
El nombre no es baladí ya que está situado en uno de los ejes educativos de la ciudad, donde se sitúa el campus universitario María Zambrano, el centro de educación de adultos Antonio Machado, el colegio San José y el instituto de enseñanza secundaria, al que acuden todas las mañanas cientos de jóvenes a cursar allí sus estudios. Por eso, no es de extrañar el alboroto a las horas de entrada y salida del centro, cargados con sus mochilas y carpetas.
«Se nos enseña muchas cosas menos a pensar y a vivir»
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un orgullo para segovia
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Como el propio profesor rondeño escribió «Se nos enseña muchas cosas, menos a pensar y a vivir». No es de extrañar que a día de hoy, Giner de los Ríos siga siendo un referente educativo. El día de la inauguración de esta calle, la alcaldesa Clara Luquero valoró como «un orgullo para esta ciudad contar con una calle que honre y recuerde al padre de la educación española, al hombre que abrió los caminos de libertad y de limpieza ética que luego transitaron vecinos nuestros ilustres como Antonio Machado, María Zambrano, y buena parte de la inteligencia española de su tiempo, y del que se ha querido heredera la generación que protagonizó la extensión de la educación pública».
De hecho, buena parte de la vía está ocupada por las tapias del instituto, un centro que se ubica en este lugar desde 1976, cuando se llamaba 'Instituto Mixto de Bachillerato' y que nació con motivo del crecimiento demográfico. Fue en 1977 cuando cambió su nombre por el de Francisco Giner de los Ríos y transformándose en instituto de educación secundaria más recientemente, en el curso 1996-1997, para «escolarizar a los alumnos de primero y segundo de la ESO provenientes de los CEIP adscritos a nuestro centro», tal y como apuntan desde el Instituto.
Placa conmemorativa
En la actualidad, el centro cuenta con una amplia oferta educativa, contando con una sección bilingüe en francés en todos los cursos de la Eso y desde este curso, también se ha incorporado la sección bilingüe de inglés desde primero. En cuanto a bachillerato, los alumnos pueden cursar el de ciencias y tecnología, el de humanidades y ciencias sociales así como el de investigación y excelencia. En sus aulas también se imparten los ciclos formativos de grado superior de servicios a la comunidad: educación infantil y el grado medio de técnico en atención a personas en situación de dependencia.
Es precisamente a las puertas del centro que lleva su nombre en Segovia donde se encuentra una placa conmemorativa que fue colocada en 2015 con motivo del centenario del fallecimiento del profesor, recuerdo todos los días pueden contemplar orgullosos alumnos y profesores. En ella se pueden leer varias frases de este filósofo como 'es muy difícil aprender si uno está hambriento' o 'Hacedme un duelo de labores y esperanzas'. Los estudiantes también conviven con el mercado de los martes, cuyos puestos ambulantes se colocan junto a esta calle ese día de la semana para ofrecer todo tipo de productos, desde comida hasta prendas de ropa interior.
En la calle también se encuentra un pequeño espacio con tierra y bancos donde juegan niños y mayores muchas tardes, así como las tapias del hogar centro de San José, situado enfrente del instituto. Otra parte de la vía, situada en cuesta, posee con varios bloques de viviendas, alguno de ellos remodelado recientemente. En los bajos de estos inmuebles se ubican pequeños comercios, como una carnicería, una papelería y en plena acera, un kiosko de prensa.
La actual calle Francisco Giner de los Ríos es una denominación de apenas cinco meses, ya que fue rebautizada por el Ayuntamiento de Segovia con este nombre en diciembre del 2015, haciendo cumplir la Ley de Memoria Histórica del año 2007. De esta manera, desapareció del callejero segoviano el nombre de Francisco Atorrasagasti, quien fuera alférez provisional con el general Varela durante la guerra civil.
Ley de Memoria Histórica
Sin duda, el nombre fue puesto con el nacimiento de este nuevo barrio de San José Obrero, allá por los años cincuenta del siglo pasado. De hecho, buena parte del callejo de la zona corresponde a personajes afines al régimen o que lucharon al lado de Franco en la guerra civil, de ahí el cambio de nombre de esta calle por el de Giner de los Ríos. Incluso en uno de los bloques de la calle, todavía se encuentra una placa de la antigua calle, frete a la nueva, la de Giner de los Ríos.
Francisco Giner de los Ríos (1839-1915) fue un hombre de pensamiento pero también de acción que ha pasado a la historia por ser el fundador de la Institución Libre de Enseñanza, como un organismo de Educación privado y laico, al entender que la educación era el único medio para guiar a un hombre nuevo. Nacido en el seno de una familia acomodada, estudió Filosofía en Barcelona y Granada, trasladándose a Madrid en 1863, donde entraría en contacto y recibiría la influencia del profesor Julián Sanz Del Río como se sabe introductor en España del ideario krausista.
Obtuvo la cátedra de Filosofía del Derecho y de Derecho Internacional de la Universidad de Madrid. Su carácter profundamente crítico, sus modos de enseñar y su ilimitada ilusión docente convertirán a Giner de los Ríos en una de las figuras obligadas del Madrid universitario, que no dudó en enfrentarse abiertamente a ciertas ordenanzas atentatorias a la libertad de cátedra, por lo que es expulsado de ella en 1875.
Un año después, fundó la Institución Libre de Enseñanza cuyos pilares básicos fueron: la formación de hombres útiles a la sociedad, pero sobre todo hombres capaces de concebir un ideal; coeducación y reconocimiento explícito de la mujer en pie de igualdad con el hombre; racionalismo, libertad de cátedra y de investigación, libertad de textos y supresión de los exámenes memorísticos.