Posiblemente, la mejor resina del mundo

El sector resinero posee un gran peso estratégico en Segovia. No en vano, es la provincia que más puestos crea en torno a esta actividad en la región y posiblemente en España. La Diputación así lo concibe y por eso canaliza su refuerzo a través de líneas de ayudas y formación. Los 67 participantes en los tres últimos cursos que se ha desarrollado han recibido su correspondiente diploma acreditativo, aunque no todos han podido acudir al acto de entrega que ha tenido lugar este lunes en Vivero Cameral Vicam que la Corporación segoviana posee en el complejo de Quitapesares.

Los seminarios han tenido lugar en las localidades de Aguilafuente y Navas de Oro, y en ellos han participado tanto profesionales con experiencia acreditada que han podido intercambiar conocimientos para mejorar sus rendimientos, como emprendedores que se han incorporado a un sector «pujante», tal y como han subrayado la presidenta de la asociación nacional, la segoviana Francisco Jurado, y el diputado provincial del Área de Promoción Económica, Jaime Pérez.

Jurado ha aprovechado el encuentro para escanear el panorama presente y otear el futuro que le aguarda a la actividad. Como ocurre en otros sectores, el de la resina también está en constante evolución y con una empleabilidad «en aumento». Sin embargo, existe «la necesidad de articular medidas para conseguir la estabilidad». Es una de las cruces de la moneda de una actividad «abierta y con futuro», muy arraigada en el medio rural segoviano, ha hecho hincapié Jaime Pérez.

Por un sector «estable y sólido»

El diputado provincial ha elogiado la calidad de la resina que se extrae en los pinares de la provincia, posiblemente la mejor de España y del mundo, con un nivel de excelencia que se sitúa por encima de muchos países extranjeros que pueden producir más barato, pero que no pueden competir en términos cualitativos.

La deseada proyección pasa de manera inevitable por la «sostenibilidad». En este sentido, Francisca Jurado aboga por apuntalar con firmeza los cimientos de un segmento laboral y productivo «sólido», aunque admite las dificultades con las que se topan los profesionales. Una de ellas es la temporalidad. La responsable segoviana de la asociación nacional advierte de que los trabajadores de la resina pasan tres meses parados al año.

El colectivo profesional persigue la articulación de fórmulas que eviten esa temporalidad. Entre ellas, la presidenta piensa que una manera de procurar una estabilidad al empleo de los resineros es mediante la contratación durante el resto del ejercicio para ejecutar trabajos relacionados con la conservación y limpieza del monte, como pueden ser las tareas selvícolas. El diputado provincial de Promoción Económica ha apostillado que el Plan de Empleo de la Corporación segoviana ya incorpora una línea de contratación para esas labores.

Por otro lado, la presidenta nacional de los resineros ha avanzado que próximamente se conformará la Mesa de la Resina, en torno a la cual se sentarán, entre otros, representantes de las instituciones, de los trabajadores o de la industria. Ese órgano se antoja clave para clarificar el futuro del sector frente a los retos que se le plantean. Además de ver cómo acabar con la temporalidad, también toca dilucidar las actuaciones precisas ante el conflicto potencial de la apertura de las subastas y adjudicaciones de lotes de pinos.

«Que nadie quite trabajo a nadie»

En Cuéllar y Coca ya se han alzado voces que temen que se alargue la sombra de la amenaza que supondría la puja de empresas de otros países, quedándose con la adjudicación de los aprovechamientos del pinar. Este escenario dejaría a muchos resineros sin su principal sustento.

Francisca Jurado ha afirmado que ese malestar sembrado es lógico; pero ha agregado que el interés de la asociación es que «nadie quite trabajo a nadie». Y a partir de esa premisa deberá de trabajar la mesa que se convoque. La presidenta nacional ha destacado que la apuesta de la asociación es que el sector actúe de reclamo para asentar población en el medio rural. De hecho, en Aguilafuente ya se ha emprendido una iniciativa de acogida a través de la inserción laboral en la actividad resinera.