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Campamento Aleaocio en las Hoces del Duratón.

La creciente demanda de conciliación familiar dispara la oferta de campamentos

La Red Activa de la Junta de Castilla ha cuadruplicado las plazas disponibles en cuatro años

elena rubio

Lunes, 20 de julio 2015, 11:35

Las vacaciones, ese periodo que trastoca la vida de muchos hogares. ¿Qué hacemos con los niños?, se habrán preguntado no pocos padres. ¿Cómo conciliamos el trabajo con el ocio de los chicos? Opciones hay y algunas cada vez son más demandadas. Una de las más solicitadas son los campamentos de verano. Una alternativa en alza a juzgar por datos como los que aporta la Junta de Castilla y León. La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, a través del programa Red Activa, ha tenido que cuadruplicar en solo cuatro años la oferta de plazas y triplicar el número de actividades en cartera. Para este verano, en toda la comunidad, se han dispuesto 2.800 vacantes.

Tanto en Segovia como a pocos kilómetros se pueden encontrar campamentos de todo tipo, tamaño y para todos los bolsillos. Las propuestas varían desde las tradicionales granjas-escuelas hasta los campus deportivos, de idiomas o de excelencia y emprendimiento.

Estos últimos son los que lleva a cabo la empresa La Fábrica de Talentos, que con su programa busca el desarrollo personal de cada niño, ya que procuran formar a la persona y les hacen conscientes de sus habilidades y capacidades personales a través de lo que tienen a su alrededor. «Todos siempre tienen algo que mejorar y se van con mucha seguridad, todos los niños se superan», asegura la directora de La Fábrica de Talentos, María Jesús Fuentes.

Además, es uno de los pocos campamentos de la provincia que desde hace años programa cocina creativa, algo tan de moda hoy en día por los programas de recetas que luchan por elaborar el mejor plato y que tanto abundan en televisión.

Creatividad en ebullición

Entre las normas para meterse en los fogones, tener las manos limpias y no correr para que todo salga bien, además de aprender a preparar originales platos con productos novedosos. Ensalada de cuscús, cookies de avena y sin ella o un brownie gigante son algunas de las creaciones que realizan los participantes.

La actividad se desarrolla tres días a la semana para poner en práctica habilidades como la capacidad del trabajo en equipo, la resolución de problemas o la toma de decisiones. Pero en este campamento van más allá y también les enseñan las particularidades de los productos, como por ejemplo, el cerdo. De hecho, tiene un taller en el que les enseñan a cortar jamón ibérico y a comer, en la medida de lo posible, productos autóctonos y de Castilla y León, ya que «comprenden lo importante que es consumir esos productos de la tierra para la economía de la zona», explica María Jesús Fuentes.

Estos campamentos, que forman parte del programa Red Activa de la Junta, tienen una duración de una semana. En ese tiempo los chavales se alojan en una casa rural de Yanguas de Eresma con monitores ojo avizor las 24 horas del día. Siete días en los que los chicos aprenden a disfrutar de la convivencia, de la buena comida, la sobremesa, el orden, la limpieza, compartir logros, saber escuchar y comunicarse, así como a valorarse a sí mismos y a su familia. Además, cuentan con el denominado Libro de Excelencia en el que «se tratan valores y habilidades sociales para que los chavales superen las barreras que se dan en la preadolescencia y en la adolescencia», explica la directora.

El ambiente familiar es muy importante. Excursiones, el teatro para «sacar lo mejor de ellos mismos» o las aventuras en las piscinas o en las piraguas en las Hoces del Duratón son otras de las actividades.

Solidarios

Otros campamentos que se desarrollan en la provincia segoviana fomentan también otros valores como la solidaridad. Es el caso del Alea Summer Camp, que se desarrolla en Vegafría. El programa, diseñado para niños de entre 6 y 12 años que se dividen en dos grupos de edad, pretenden transmitir a los pequeños de la casa valores que tienen que ver con educación para el desarrollo, los derechos humanos, la equidad, ecología, la interculturalidad, la paz o la cooperación a través de «juegos y dinámicas de grupo que tienen este trasfondo para que sin que se den cuenta y de forma sencilla comiencen a entender esos valores», detalla el coordinador de actividades de la empresa, César Tovar.

Además, son campamentos solidarios, ya que el 0,7% de la recaudación se destina a una ONG de cooperación, que por segundo año consecutivo será Iniciativa de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Los chavales también se apuntan a las actividades de aventura en contacto con la naturaleza, con canoas, tiro con arco o senderismo; así como a talleres de cortos, representaciones teatrales, días temáticos y excursiones de jornada completa a las Hoces del Río Duratón, a la capital o al valle de los Seis Sentidos.

En la playa

También hay muchos chavales segovianos que prefieren darse un chapuzón en el mar. Son los campamentos que organiza la Escuela Diocesana de Tiempo Libre, Edetil. Este año 360 chicos, tanto niños como adolescentes, disfrutarán de unos días en la villa lucense de Benquerencia, cerca de la playa de Las Catedrales. Allí convivirán en un campamento con una temática de fantasía pero con valores sociales, desde un punto de vista cristiano, donde «se fomenta el compañerismo y el respeto a la diversidad», explica la coordinadora, Clara de Lucas.

Para los más pequeños, el contacto directo con la naturaleza a través de excursiones en el albergue de San Rafael es otro de los alicientes para las familias, donde la demanda registrada este año ha sido «una barbaridad» en comparación con otros años, con un total de 160 niños.

Naturaleza y deporte

En función de lo que quieran disfrutar los chavales, también se adapta la oferta de los campamentos Puerta del Campo, en el Real Sitio de San Ildefonso. En este caso, cuentan con actividad propia de una granja escuela para niños de entre 6 y 9 años, donde aprenden a conocer el medio rural por medio de la observación de aves, la búsqueda de huellas, paseos en burro, cuidado de animales o labores de agrícolas y recogida de alimentos en la huerta, entre otras cosas. Los pequeños también realizan trabajos con lana en un bastidor, ambientadores naturales, clases de cerámica, juegos tradicionales o actividades nocturnas para conocer las estrellas.

En este campamento existe la opción de elegir la multiaventura, donde «se ofrecen ofertas de ocio saludables, conocer otras formas de aventura sin tener que viajar muy lejos», apunta la organización. Las excursiones en este caso tampoco faltan, además de iniciativas de educación ambiental, como talleres de reciclaje para convertir el aceite de la freidora en jabón. Para los más deportistas, también ofrece escalada, parques de cuerdas, tirolina, tiro con arco, piraguas, hípica, mini-quad o la práctica del baloncesto, fútbol, béisbol o voleibol.

Los Ángeles de San Rafael también alberga otro de los campamentos deportivos por excelencia, el del Campus Fundación Atlético de Madrid para niños y niñas de entre 6 y 17 años. El objetivo, según su web, es que los chavales «disfruten juntos en la sierra segoviana, además de incidir en valores como la igualdad y el compañerismo».

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