Quince años de exploración azul

A Alberto Reguera le quieren en Hong Kong. Quieren su arte, aprecian su concepción plástica y su expresión pictórica. El segoviano inaugurará este jueves 4 la que será su cuarta exposición. Es una muestra individual a la que el autor ha dedicado varios años para perfilar el concepto y el planteamiento, como reconoce en las horas previas a la levantar el telón. El lugar, uno de los museos más prestigiosos y reconocidos de esta ciudad china y de todo el ámbito asiático: el UMAG (University Museum and Art Gallery de Hong Kong).

La obra de Reguera va a ocupar dos espacios acondicionados a la selección de la obra. «El concepto, que rompe con una visión lineal en fechas, se agrupa en torno al uso del color azul, del pigmento azul», explica el artista segoviano.

Esa exploración y plasmación ha sido «una constante en mi obra y todas sus variaciones, en el trabajo que he desarrollado durante los últimos quince años». Esa colección que se expande como su pintura en las dos plantas habilitadas en el UMAG está compuesta por 27 creaciones pintadas entre 2001 y 2014. La exhibición cuenta con el apoyo del Consulado Español en Hong Kong.

«Encontraremos pinturas expansivas que se enfrentan a paisajes abstractos, que parecen ventanas por las que el visitante observa obras que homenajean a los pintores impresionistas. Además, también habrá una gran instalación pictórica, que se titula igual que la exposición, 'Blue expansive landscape'», desgrana el autor. Alberto Reguera no se queda exclusivamente en su faceta pictórica, sino que también incluye en la muestra su obra fotográfica.

Huida hacia lo irreal

Todas las piezas forman parte de una misma estructura visual, donde la mirada del visitante va uniendo las obras tridimensionales con los paisajes más planos hasta terminar con una obra, que el segoviano titula 'Foggy landscape', y que podría resumir sus inquietudes actuales a la hora de trabajar. «Manejo de manera simultánea todas las disciplinas citadas anteriormente pero que forman parte de un mismo universo, el azul», revela Reguera.

Este color siempre ha tenido mucha presencia en su obra. «Sus tonos, matices y texturas se multiplican dependiendo de la diferente incidencia de la luz que recibe, así como de la relación entre la obra, el espacio y el espectador», pone de relieve el artista. Alberto Reguera considera el azul como «el color más inmaterial». Le sirve para otorgar mayor levedad a sus pinturas, que tienen mucho peso físico debido a las superposiciones de capas de materia.

Además, el azul le ayuda a generar las sensaciones de vértigo y profundidad, añade en su argumentación. «Kandinsky relacionó los conceptos 'infinito' y 'profundidad': cuanto más profundo es el azul, más atrae al hombre hacia el infinito», recuerda el pintor, que emplea casi toda la paleta de azules, desde el cian al azul wegdgewood y por supuesto el azul de Prusia. «Todos ellos nos hacen huir hacia lo irreal, hacia lo abstracto. También el azul ultramar», ahonda el segoviano.

Antes de esta muestra individual, Alberto Reguera ya había colgado su obra en tres ocasiones en Hong Kong. Dos de esas incursiones fueron de la mano de su actual galerista en la ciudad asiática, Karin Weber, exhibiendo en 2011 sus paisajes abstractos tridimensionales y, en 2013, una colección de su pintura expansiva. Antes, en 2010, participó en el City Hall Cultural Centrum con una muestra que procedía del Sculpture Square de Singapur, realizada por Reguera en 2007. Su andadura asiática se completa, a grandes pinceladas, son su presencia en Shanghai, donde hizo una residencia para la institución CEIBIS.