El Andrés Laguna y el Claret son los centros más demandados de Segovia

La estadística resulta contundente. El 80% de los 30 centros escolares no universitarios más demandados en Castilla y León son públicos. Un planteamiento que se sostiene en ocho de las nueve provincias salvo Ávila y que en Segovia hace que entre los cinco primeros puestos haya cuatro de titularidad puramente pública, gestionados y financiados por fondos de la Junta de Castilla y León. En el segundo lugar de esta particular clasificación se cuela el concertado colegio Padre Claret, solo por detrás del instituto Andrés Laguna de la capital en lo que respecta a solicitudes recibidas. El de los Misioneros ha tramitado 135 peticiones y el público ha registrado 146.

La provincia segoviana sirve como ejemplo. La tendencia ya se venía observando en la etapa de Primaria, pero se ha consolidado también en Secundaria y Bachillerato, a pesar de que muchos centros privados pueden incluir todas las etapas educativas, lo que permite al alumno formarse en el mismo colegio desde la Educación Infantil hasta que sale rumbo a la Universidad o a un ciclo superior de Formación Profesional.

La Plataforma por la Escuela Pública, Laica y Gratuita ha apuntado durante su más reciente campaña para promover la matriculación en centros gestionados directamente por la Administración autonómica de cara al curso que viene que Segovia es la circunscripción de la región que menos unidades concertadas ofrece, con 52. Sin embargo estar a la cola no es consuelo para sus portavoces. Los colectivos que integran la organización persisten en criticar el «despilfarro» de dinero público que acarrea esta enseñanza concertada, que en el caso concreto de Segovia rondaría 1,3 millones de euros, según las cuentas hechas por la Escuela Pública.

Tendencias

¿La crisis? En la comunidad, el Bachillerato, donde hay una mayor inclinación aún a elegir institutos públicos, puede ser un motivo a la hora de realizar la elección, como admite el director general de Políticas Educativas de la Junta, Fernando Sánchez Pascuala. «Puede estar motivada por la crisis económica, porque dos tercios de los centros privados son de pago, y solo un tercio es concertado», señala, aunque introduce un matiz. «Puede ser una razón, pero también en los últimos años la tendencia de las matrículas en Primaria han ido más a la pública que a la privada».

El planteamiento habitual es de un 65% contra un 35%, un promedio que se mantiene. En Segovia, entre los centros de Secundaria y Bachillerato más demandados, hay una mayoría aplastante que opta por el sistema público de enseñanza. Solo se incrusta en ese segundo lugar el Padre Claret. Además del Andrés Laguna, el quinteto con más demanda de inscripciones lo completan los institutos Mariano Quintanilla, María Moliner y La Albuera, con 131, 116 y 103 solicitudes, respectivamente.

Junto a la crisis, que es sin duda un motivo importante, está el grado de satisfacción. Está demostrado que las familias tratan de ahorrar recortando gastos de muchos sitios, pero uno de los que se intentan mantener intactos es el gasto en educación. «En general, da la sensación de que los umbrales de calidad de los centros son de un mínimo aceptable, que no hay tanta variabilidad como en otros sitios. Hay un suelo aceptable de calidad», explica Sánchez Pascuala.

En el caso de los institutos eligen, además, los chicos. Los estudiantes. Ellos son los que determinan en qué centro quieren estudiar en función de qué piensan hacer en el futuro, si un grado de FP, si acceder a la Universidad, y en qué ramas.

«En Bachillerato se empieza a notar una tendencia a que los alumnos miran dónde hacerlo en función de lo que van a estudiar después. Los que van a hacer un ciclo de Grado Superior buscan cursarlo en el mismo sitio en el que se imparte ese título. Y si van a estudiar en la Universidad, preguntan mucho por las optativas, dónde hay unas u otras, y miran las notas que sacan los chicos de los institutos en las pruebas de acceso», afirma el director general de Políticas Educativas.

Ha llegado la competencia. Algo que ya se notaba en las universidades, donde la proliferación de las privadas ha llevado a una dura pugna por el alumnado. Centros que estaban entre los más demandados, dejan de estarlo si las notas en la selectividad son malas, por ejemplo. Es un hecho real. «Debe ser una competencia sana», confía Sánchez Pascuala, «de querer ser mejor». Los institutos y los colegios se han dado cuenta de que hay que hacer las cosas bien y además, venderlo. Decirlo», incide el responsable regional.

Ausencias segovianas

Y no se refiere a hacer publicidad, sino a mejorar los resultados académicos. Algo que los padres y los estudiantes examinan a fondo antes de decidir por qué centro van a optar. «No es cuestión de que un colegio público tenga buena imagen y vivir de ello. Si soy instituto y presento al 100% de mis chicos a las pruebas de acceso a la Universidad, y aprueban todos con buenas notas; y otro presenta a un 75% y de esos solo aprueban el 80%... Blanco y en botella. Porque la inteligencia está repartida aleatoriamente. La gente valora el trabajo que se hace».

Casi a modo de anécdota, ninguno de los centros docentes de Segovia se encuentra entre los treinta que más peticiones han recibido para cursar el año que viene en sus aulas. De hecho, es la única provincia junto a Zamora que no figura en esta clasificación que recoge los colegios e institutos de la región más reclamados para estudiar.