Tratado sobre la economía de subsistencia y el autoabastecimiento

En la Sala de las Comarcas de la Diputación Provincial fue presentado en el día de ayer La caza y la pesca una publicación editada por el Instituto de las identidades de la Corporación Provincial y en la que el mirobrigense Carlos García Medina hace un interesantísimo estudio sobre artes tradicionales en nuestra provincia.

Presidio el acto el diputado de cultura David Mingo que dejo constancia de la importancia del amplísimo patrimonio inmaterial de nuestra provincia del que forma parte el contenido de esta publicación. Estamos hablando de las viejas formas de hacer y de vivir de las gentes de nuestra provincia y de todo el contenido social y económico que tenían sus actuaciones relacionadas con una economía de la subsistencia y de los recursos de la tierra. Cuando un estudio sobre el tema llega de la mano de un etnógrafo y artista como Carlos García Medina adquiere un valor añadido.

El director del IDE Francisco Blanco señalo que la economía de la subsistencia y del autoabastecimiento hay que entenderlo como un importantísimo legado de la tradición de nuestros mayores que supieron cada día de la dureza del campo y de la tierra. Carlos García Medina no solo ha recogido las informaciones que le han llegado de forma oral de abuelos a padres y de estos a hijos, sino que también ha dado rienda suelta a sus propias experiencias sobre el tema. «Cada vez que desaparece un campesino muere una biblioteca», afirmo Paco Blanco resaltando la importancia y la trascendencia de recoger, mientras sea posible, todos los vestigios culturales, sociales y etnográficos de nuestra sociedad antes de que desaparezcan. Además resalto la humildad, la generosidad y el compromiso con el medio ambiente de Carlos García Medina que intenta complementar lo tradicional con publicaciones escritas.

El autor agradeció a la Diputación y a IDE la publicación de 'La caza y la pesca' tras confesar que ha sido cazado, pescador e incluso, en su juventud, furtivo rehabilitado como todos los chavales que en Ciudad Rodrigo en el verano pescábamos jaramugos en las orillas del Águeda.

'La Caza y la pesca' consta de 29 capítulos perfectamente diferenciados en dos partes. La primera en la que trata de la caza desde la honda del hombre primitivo a la escopeta repetidora, desde las perdices y las liebres a la caza mayor, desde las modalidades de caza con galgos a la cetrería, o los reclamos. Se han cazado ratas, erizos, gatos, tejones, y todo lo que se movía en el campo. Incluso se cazaban alimañas y lobos, en tiempos en los que no había surgido la polémica actual. Y que nadie se olvide de algunos platos exquisitos como ranas, lagartos o bastardos.

Y sobre la pesca todo ha sido posible desde «a uñate» o «a maneo» a la tradicional pesca con caña, sin olvidar los aparejos, los cebos y el viejo oficio del pescador profesional. Los ríos y las charcas de Salamanca eran la despensa rural a la que no llegaba el pescado salado. Las aguas de nuestro entorno acogían barbos, carpas, bogas, truchas, tencas, anguilas, cangrejos… y una rica fauna piscícola que era la gloria de nuestra cocina.

En fin una publicación deliciosa para leerla despacio y embeberse del rico caudal que aporta nuestro buen amigo Carlos García Medina.

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