Los trabajadores de la cárcel de Topas exigen medidas legislativas para atajar las agresiones perpetradas por los reos

La más grave sucedió en Cuenca, donde un empleado estuvo a punto de perder la vida tras se atacado por un recluso. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana dos trabajadores de Salamanca requirieron asistencia sanitaria tras otra agresión. Según recordó Acaip-UGT, en junio de 2018 la plantilla de Topas vivió un suceso similar, cuando una interna que se encontraba en Aislamiento atacó «por sorpresa y con violencia» a un compañero, usando para ello la tapadera metálica de una lata de conservas. La acción e provocó un corte en la mandíbula próximo a la carótida.

Además, según enumera el sindicato, en el centro penitenciario de Valdemoro, se produjo otro suceso «gravísimo» cuando un interno intentó degollar a un funcionario con una cuchilla y le produjo un corte de once centímetros en el cuello. Acaip-UGT llevó entonces la acusación particular y el preso fue finalmente condenado por intento de homicidio. Ahora, la organización se presentará también como acusación particular contra el agresor del funcionario de Cuenca.

«Estamos viendo como se repiten algunos de estos gravísimos hechos, ante la pasividad de los responsables penitenciarios», lamentó el sindicato mediante un comunicado. El «hastío e indignación» de la plantilla de Topas es «cada día mayor», porque las administraciones son «incapaces» de atajar el cúmulo de agresiones que se vienen produciendo en los centros penitenciarios.

«No solo no reponen el personal necesario para garantizar en las debidas condiciones la seguridad de internos y funcionarios, además son incapaces de aprobar las medidas legislativas tratadas en las mesas de negociación para solucionar este problema», denunció la organización sindical.