El CD Guijuelo golea a la Real Sociedad B y logra por fin dos victorias seguidas (3-0)

El Guijuelo enlazó dos victorias consecutivas por primera vez en la presente temporada. Lo hizo, además, tras pasar como un rodillo sobre un Sanse que se vio desbordado en los segundos 45 minutos. El equipo chacinero fue de menos a más, y de nuevo dejó a cero su portería por tercer partido consecutivo: no encaja un gol como local desde el pasado 10 de noviembre ante el Amorebieta.

Arrancó el partido con el Sanse con el dominio y la posesión del esférico, tal y como se presuponía. Sin embargo, el equipo de Xabi Alonso pecaba de ser demasiado horizontal y apenas inquietaba a un Guijuelo que se sumó a ese ritmo cansino en el primer tercio del encuentro. Lo peor en ese inicio fue la lesión de Fekir. El francés apoyó mal el pie izquierdo y se le dobló al contactar con el césped. Intentó aguantar el ariete cedido por el Betis, pero se vio obligado a dejar el partido en el minuto 40. Antes de eso, apenas hubo ocasiones para ambos equipos en el primer acto. La más clara para los locales la tuvo Pablo Espina, que llegó a un pase interior algo escorado en el área e intentó sorprender con un disparo rápido pero desviado. Sin embargo, el susto lo puso el Sanse, con un balón suelto en el área local que Djouahra estrelló en la madera.

En la reanudación, por primera en la campaña, apareció el Guijuelo del año pasado: esa versión de equipo rápido y contundente que sorprendió y fue una de las revelaciones del curso. A ello ayudó que Xabi Alonso buscara abiertamente el gol y se liberasen ambos conjuntos de las ataduras del fútbol de toque, pero sin riesgos. El primer gol llegó en el minuto 50: Jonathan Martín, el eterno capitán, ejecutó a la perfección un tiro libre directo desde la frontal del área que batió la meta de Ruiz-Zeberio. El gol desató a un Guijuelo que cinco minutos después puso la sentencia. Razvan, que ayer cumplió 100 partidos con la casaca verde, puso un balón en largo que golpeó en la espalda de Pablo Espina. La fortuna quiso que quedara franca para que el ovetense cediera a Pepe Carmona y este, a placer, colocó el segundo en el luminoso.

Se lanzó al ataque el filial realista y eso generó espacios a la contra para los locales, que pudieron aumentar la cuenta. Por si fuera poco, también Guillermo iba a tener su momento estelar: en el minuto 73 el meta burgalés del Guijuelo hizo una increíble triple parada a disparos de Alkain, Unai Veiga y Aldasoro. Ver para creer, y la grada lo celebró como un gol. Cuando no era Guillermo, la zaga estaba al quite, como Jesús Muñoz. El central repelió con la cabeza un chut de Garrido que se colaba en el minuto 82. La guinda del pastel la puso Pablo Esquina: en una jugada individual llegó a la frontal y clavó en la escuadra un derechazo imparable y que sentenciaba el encuentro.

Con estos tres puntos, el Guijuelo se aleja de los puestos de descenso trece jornadas después y mantiene su buena racha antes de afrontar una nueva visita a un filial: el Alavés B.