Garcibuey: «Apuesta por la pintura mural como atractivo»

Modernizarse o morir, eso es lo que ha pensado el municipio de Garcibuey, enclavado en la Sierra de Francia salmantina, para ampliar su patrimonio municipal y atraer visitantes hasta la localidad durante todas las épocas del año.

Desde que hace un año, el Ayuntamiento -presidido por José Miguel Mata Andrés-, a propuesta de Miguel Martín Andrés, apostara por la pintura mural con su certamen 'Graffitibuey', han sido cientos los visitantes que han pasado por este pueblo serrano para dejarse sorprender por casi una veintena de graffitis de medio y gran formato que se encuentran repartidos por todo el pueblo, llenando de colorido y atractivo viviendas, frontones y paredes; y también los dos depósitos de agua, y formando una ruta de apenas 3,5 kilómetros.

Artistas de primer nivel llegados desde Francia, Alemania, Chile, Dinamarca y de diferentes procedencias de España han convertido a Garcibuey en un museo de arte urbano al aire libre.

Hasta 18 son las obras que se pueden encontrar actualmente con las temáticas más diferentes y que van desde el retrato hiperrrealista hasta el muralismo surrealista de colorido naif, pasando por el arte rupestre, los animales mecánicos con toques de 'steampunk' y la simbiología tradicional serrana reinterpretada desde el muralismo chileno.

Obras que serán ampliadas en los próximos meses con la segunda edición de este certamen de pintura mural, ya que el pueblo de Garcibuey está convencido «en el poder del arte y en la capacidad de reinterpretar el espacio colectivo para convertirlo nuevamente en un lugar de convivencia y motivo de orgullo», como explican desde el Ayuntamiento.

Junto a esta iniciativa que ha pasado a formar parte del patrimonio municipal, hay que destacar el patrimonio artístico y religioso con el que cuenta Garcibuey, como su iglesia parroquial, de estilo románico y espadaña para las campanas, que conserva un Cristo del siglo XIII, de finales del románico y principios del gótico, de gran valor, procedente del convento de Santa María de Gracia, de San Martín del Castañar.

Asimismo hay que destacar la ermita del Humilladero, donde se encuentra otra talla de Cristo, que es la que procesiona por el pueblo en las fiestas patronales de septiembre.

Por otro lado se pueden encontrar restos de la historia de este pueblo en los perfiles mudéjares de las zapatas de algunas casas.