El proyecto ‘Hephaistos 7.0’ concluye con la creación de ‘Domo’ y ‘Los árboles rojos’
maría jesús gutiérrez
Domingo, 9 de abril 2017, 13:31
Finaliza en los municipios de Monleras y El Manzano el programa Hephaistos 7.0 destinado a jóvenes del medio rural en riesgo de exclusión laboral, que tenía como objetivo «poner en marcha un proceso colectivo y colaborativo con múltiples actores en el que desarrollar conocimientos, capacidades y habilidades relativas a diferentes oficios con demanda en el entorno rural y con posibilidades de desarrollo y emprendimiento. Todo ello mediante la realización de producciones artísticas públicas que mejoren el entorno de sus municipios concibiendo el espacio público como un bien común de gestión colectiva», como se puede leer en el dossier de este proyecto.
Producciones artísticas que, dirigidas por Fernando Sánchez Blanco, ya se pueden ver en ambos municipios bajo el nombre de El domo en el caso de El Manzano y Los árboles rojos en Monleras; y que han sido realizadas por ocho jóvenes que a lo largo de seis semanas se han iniciado en las técnicas de la forja y la soldadura.
Para entender este proyecto hay que resaltar la línea del trabajo del director y creador del mismo, Fernando Sánchez Blanco, quien explica a este periódico que su trabajo se definiría «dentro del concepto de arte transversal. Aquel que transciende el discurso puramente estético para ramificarse e intervenir en otros aspectos del tejido social. Un arte que plantea una reflexión sobre la utilidad del mismo y la función del artista, afrontando el diálogo directo, cara a cara, con la sociedad».
Fernando Sánchez Blanco ha desarrollado su trabajo a lo largo de más de treinta años en el entorno educativo y en espacios públicos, principalmente en el mundo rural. Desde la enseñanza pública a programas especiales y talleres con personas de todo tipo de edad y condición, generalmente ajenas al mundo del arte, adolescentes, personas con capacidades diferentes, jóvenes en riesgo de exclusión, mayores y niños. Durante todo este tiempo ha utilizado esa «extraordinaria plataforma para explorar a través del lenguaje artístico modelos de aprendizaje integrales e integradores y comunicar la experiencia artística y su capacidad transformadora de personas, espacios y comunidades».
Este carácter de arte de contacto acaba generando, en su puesta en práctica, auténticos eventos interactivos de aprendizaje social, donde lo artístico cobra nuevos sentidos y significados, como ha ocurrido durante las últimas semanas en los municipios de Monleras y El Manzano donde se han abierto cauces para la inserción social y laboral de ocho personas y a la vez se han creado dos obras de arte.
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