Enaltecimiento del folclore en la entrega del Serrano del Año a Poldo
La música y el baile fueron una constante ayer durante la entrega del galardón a Leopoldo Hernández en Mogarraz
M. JESÚS GUTIÉRREZ / WORD
Lunes, 1 de agosto 2016, 11:58
Música de gaita y tamboril, repiquetear de castañuelas y bailes serranos inundaron ayer por la tarde el municipio de Mogarraz para homenajear a uno de sus hijos ilustres, a Leopoldo Hernández Poldo, a quien la Asociación Cultural Sierra de Francia entregaba el galardón Serrano del Año 2016, en un acto que contó con la asistencia de representantes municipales y vecinos de la práctica totalidad de los pueblos serranos y de un gran número de tamborileros y bailaores de la provincia, que quisieron acompañar al maestro en una jornada tan importante para él.
La emoción y el entusiasmo, mezclado con un cierto nerviosismo, embargaron al protagonista de la jornada, que vio cómo fueron muchos los que lo acompañaron y los que no pudieron hacerlo lo llamaron por teléfono para felicitarlo.
Como en toda fiesta serrana que se precie no puede faltar la buena música y el buen baile y, en este caso, la entrega del galardón Serrano del Año se convirtió en un ensalzamiento del folclore y en una verdadera fiesta que dio comienzo con un pasacalles por todo el pueblo para recoger a la alcaldesa, Concha Hernández, quien acompañada por los miembros de la directiva de la Asociación Cultural Sierra de Francia acudieron a buscar a Poldo a su casa, para todos juntos acudir al Solano, bellamente engalanado con sábanas y colchas con bordados serranos.
Fue en ese momento cuando se inició el acto propiamente dicho, en el que se leyó la candidatura que mencionaba los méritos que acreditaban la entrega del galardón a Leopoldo Hernández, unos méritos que también glosó la alcaldesa, Concha Hernández, y que más tarde se encargó de resaltar el pregonero, Ramón Hernández, quien no sólo habló de la trayectoria del protagonista en el folclore, sino que también recordó la trascendencia de su personalidad en las artesanías del cuero. Así, señaló que mientras «muchos marchamos del pueblo a estudiar o a trabajar al compás de la necesidad y de la emigración que marcaban los tiempos, Poldo se quedó enrolado en un trabajo artesanal que le encantaba y preso de su vibrante alma folclórica. Trabajo y afición, zapatería y baile al calor del hogar», añadiendo que «él aprendió a manejar con destreza manos y pies, aquellas para la artesanía del cuero y estos para el regocijo popular».
Tras contar varios capítulos de la vida de Poldo, entre ellos el hecho de haber esquivado la muerte en varias ocasiones, tuvo palabras para quien «es todo» para Poldo, su esposa Francisca, en un año en el que ambos cumplen sus bodas de otro matrimoniales. Una pareja que no ha tenido hijos pero que pueden considerar «como hijos adoptivos los pueblos de Mogarraz y La Alberca», de donde proceden cada uno de ellos, pueblos que «agradecen vuestros desvelos y os miman». Éstas y otras muchas palabras de cariño ocuparon el pregón de Ramón Hernández, antes de que el galardonado con el Serrano del Año 2015 -la Denominación de Origen Protegida Sierra de Salamanca, y en su nombre, el presidente, Agustín Maíllo- le entregara, junto a la presidenta de la Asociación Cultural, Ana Castelló, la cerámica que le acredita como Serrano del Año 2016. Desde ese momento y tras agradecer Poldo el premio, el escenario se llenó con los bailes de múltiples folcloristas.
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