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Precedido de Leguizamón y Juan Docal, Rudi Gutendorf se retira al vestuario calurosamente aplaudido por una afición que le idolatraba, más por sus gestos que por sus gestas

Muere el técnico que castigó a la plantilla del Valladolid a entrenar a las seis de la mañana «como los trabajadores de Renault»

El que fuera entrenador de los blanquivioletas muere con 93 años y un récord difícil de igualar: dirigió a 55 equipos y 19 selecciones de los cinco continentes

José Miguel Ortega

Valladolid

Lunes, 16 de septiembre 2019

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Rudi Gutendorf llegó al Valladolid en diciembre de 1974 para sustituir a Fernando Redondo, a quien una serie de resultados adversos pusieron en la picota, como suele ocurrir con todos los entrenadores cuando el balón no entra en la portería contraria.

El representante que convenció al entonces presidente blanquivioleta, Fernando Alonso, fue Luis Guijarro, el más influyente de nuestro país y con tentáculos para mover el mercado futbolístico a uno y otro lado del océano. Cuando las cosas se ponen feas los clubs buscan un revulsivo y el mejor, según el famoso intermediario, era un alemán llamado Rudi Gutendorf, con amplia experiencia como técnico en su país natal y en América, donde había dirigido al Sporting Cristal peruano y a la selección nacional de Chile.

Llegó precedido de una cierta fama por el sistema táctico que empleaba, «La espiral Rudi», en el que todos atacaban y defendían, según la conveniencia del momento, simulando el movimiento de un muelle al estirarse y contraerse. Recuerdo que en su presentación chapurreó el idioma español, pero prefirió contar con la ayuda de un vallisoletano que había trabajado en Alemania para servirle como intérprete.

Prometió la recuperación inmediata del equipo, que ocupaba entonces una situación delicada en la tabla, pero en el partido de su debut solo fue capaz de empatar a un gol con el Barcelona Atlético en el Viejo «Zorrilla», bien es verdad que sufriendo un arbitraje bastante perjudicial.

Poco a poco el equipo fue sacando la cabeza y al final, con más apuros de los previstos porque era una plantilla diseñada con aspiraciones de ascenso, se logró la salvación, con lo que Gutendorf añadió ese mérito a la que después sería una dilatadísima carrera como entrenador. Pero más que por sus conocimientos técnicos, Rudi dejó huella en Valladolid por el populismo de sus actos y declaraciones.

Sabía cómo ganarse el favor del público, porque también tenía claro que ese apoyo resultaba imprescindible para mantenerse en el cargo. Criticaba a los árbitros e incluso a sus propios jugadores si las cosas no salían bien y sacaba pecho cuando el equipo conseguía victorias.

Tras la inesperada eliminación copera del Pucela frente al Constancia de Inca, a las primeras de cambio, tomó una decisión absolutamente insólita en la historia del fútbol: convocar a sus jugadores para una sesión de entrenamiento ¡¡¡a las seis de la mañana!!!

Además de castigar a la plantilla, Gutendorf pretendía ganarse el apoyo de los aficionados con aquella medida absolutamente populista que sentó fatal a los jugadores, pero que mereció el aplauso de los trabajadores de FASA que, sorprendidos, vieron desde sus autobuses correr a los blanquivioletas cuando se dirigían a la fábrica. El entrenamiento tuvo lugar, con las sombras de la noche, en las inmediaciones de una de las factorías de Renault en Valladolid y, naturalmente, alcanzó una gran repercusión mediática en todo el país.

También se vio envuelto en un cierto escándalo por culpa unas declaraciones suyas publicadas por el diario sensacionalista alemán Bild Zeitung, en las que Rudi criticaba el nivel de vida de los vallisoletanos, diciendo que había gallinas y otros animales sueltos por las calles, algo que él negó tajantemente cuando se le preguntó aquí por el tema.

Todas estas cosas influyeron en que, pese a lograr el objetivo de la permanencia, Fernando Alonso desestimara la opción de renovar su contrato y el bueno de Gutendorf, que se pegó la gran vida en el hotel de las afueras donde residía, siguió su camino de nómada del fútbol que le ha llevado a entrar en el libro Guiness de los Récords, al ser el entrenador que ha dirigido a más equipos y selecciones de todo el mundo en la historia. En concreto, 55 equipos de clubs y 19 selecciones nacionales en los cinco continentes.

Nacido en la ciudad alemana de Coblenza en 1926, falleció el pasado sábado a los 93 años de edad, después de más de medio siglo ligado al fútbol como jugador y entrenador, siendo el Real Valladolid el único equipo español que dirigió en su dilatada carrera.

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