Roque Mesa se acerca a la perfección ante el Leganés

Estando en forma como ahora le queda pequeña la categoría y hasta el 9 que figura de nota.

No es fácil para un portero ver los toros desde la barrera y estar raudo para atajar la única ocasión del rival. Ante el Leganés volvió a salvar los muebles.

Ya no solo es indiscutible en su banda sino que ahora también va ganando enteros su química con Gonzalo Plata.

Cuando hay poco trabajo lucen más los desajustes atrás, y hubo más de uno en la zaga que a punto estuvo de aprovechar tanto Borja Garcés como Bautista.

No fue el de otras ocasiones y aún así hizo notar a los delanteros su contundencia. Su ausencia preocupa.

Dispuso del carril para él solo, se hinchó a poner centros e incluso le dio para dar una asistencia.

Más gris de lo habitual, no estuvo muy fino ralentizando la salida de balón.

Fue de más a menos, enviando al palo una de las ocasiones más claras en un cara a cara con Asier Riesgo.

En un mismo partido puede hacer lo mejor (un control orientado sublime) y lo peor (marrar un gol cantado).

Batalló en todas las zonas del campo y lo intentó todo, pero sigue peleado con el gol.

Lo tuvo más complicado que de costumbre, pero volvió a estar en el sitio adecuado en el momento idóneo.