Real Valladolid: la media salarial más baja de la Liga

Aún no ha terminado la temporada 2019-20 y todos los clubes de Europa ya hacen cuentas para afrontar 2021 y la crisis que dejerá el virus tras su estela. El mordisco que le pegará la pandemia al fútbol será considerable y obligará a todos sus estamentos a apretarse el cinturón para no entrar en una ratio de endeudamiento que no permiten los estrictos criterios impuestos desde LaLiga.

La sacudida afectará a una industria que genera el 1,37% del PIB y proporciona más de 185.000 empleos directos, lo que obligará a los clubes a tener que reinventarse para equilibrar su balanza de pagos. Las cifras que se manejan explican en buena medida el extraordinario interés encabezado por Javier Tebas por reanudar una competición que, aun jugando todas sus jornadas, provocará unas pérdidas de 700 millones de euros a los clubes según las primeras previsiones.

A pesar de salvar los ingresos televisivos presupuestados para esta temporada, la pérdida de contratos publicitarios y la ausencia de público en los estadios van a hacer honda mella en las arcas de todos los equipos. Imagine el lector dónde hubiera llegado el mordisco en caso de haber dado por terminado el campeonato. La referencia del país vecino sirve a modo de ejemplo, ya que la suspensión de la Ligue 1 en Francia ha obligado a solicitar un crédito al Gobierno por valor de 225 millones de euros para evitar la quiebra de varios clubes. A toro pasado, y ya desde la barrera, no son pocos los presidentes de equipos galos que se están lamentando por la decisión tomada.

En España, mientras tanto, la atención se reparte entre el esprint corto que se deberá afrontar a partir del próximo 11 de junio y la carrera de obstáculos que se asoma a la vuelta de la esquina con la economía pendiente de un hilo, patrocinios debilitados, aficionados en sus casas y sueldos suculentos que satisfacer. No todos podrán responder a los compromisos adquiridos con los jugadores, de ahí que se haya iniciado un periodo de revisiones salariales para garantizar la sostenibilidad.

En el caso del Real Valladolid, con la media salarial más baja de toda la Primera División, el proceso de desescalada económica se antoja más liviano si bien ello no quita que deba redefinir su política de financiación. En su camino esta temporada ha firmado las renovaciones de Anuar, Toni Villa, Rubén Alcaraz, Óscar Plano y Javi Baraja, y otras como la del canterano Miguel de la Fuente está en capilla.

La operación Salisu, acelerada en las últimas fechas con buen criterio, le puede dejar un buen margen en caja –su cláusula asciende a 12 millones de euros– no solo para afrontar con mejores perspectivas la próxima temporada sino para despejar su futuro a corto plazo.

Su traspaso daría un respiro a la calculadora. Según refleja la contabilidad de la presente temporada, las retribuciones de la primera plantilla suponen el 55% de los gastos de explotación presupuestados. En su informe sobre el ejercicio 2018 se contempla un gasto en sueldos que asciende a más de 29 millones de euros (30,4 millones con las cargas sociales).

Los clubes que más sufrirán a priori son aquellos que contemplan grandes sueldos. Si nos ceñimos a las tablas elaboradas por la compañía Sport Inteligencie, recogidas en el informe 'Global Sport Salaries Survey' publicado en diciembre de 2019, en el que se analizan los sueldos de los clubes de Primera División española, el Real Valladolid cierra filas compartiendo posición con el Osasuna. Este cálculo deja una ficha media de 466.220 euros por jugador, cifra que sitúa al blanquivioleta en el puesto 87º de los 98 clubes que integran las cinco grandes ligas de Europa (España, Inglaterra, Alemania, Italia y Francia).

Contar con el presupuesto más humilde de la categoría no ha impedido sin embargo que la entidad que preside Ronaldo Nazário haya lanzado guiños a sus empleados y masa social como no recurrir a un ERTE o habilitar distintas vías a sus abonados para devolver la parte proporcional de los partidos no disfrutados en el estadio Zorrilla.

La merma de recursos y pérdida de ingresos facilitará que el club vallisoletano apueste por la cantera y por jugadores que ya están llamando a la puerta del primer equipo, en un escenario global en la que los expertos atisban los trueques y cesiones como moneda de cambio en el próximo mercado de fichajes.

Las grandes cifras estarán solo al alcance de unos pocos, quedando la gran mayoría al albur de algún chollo o ganga de última hora. Los ajustes llegarán para todos, aunque no en la misma medida.

Según se refleja en el informe 'Global Sport Salaries Survey', los dos equipos que mejor pagan en toda Europa son el FC Barcelona (11,2 millones por jugador) y Real Madrid (10,2), seguidos por la Juventus, el Manchester City y el PSG. En la liga española la tercera plaza la ocupa el Atlético de Madrid (6,4) seguidos por Valencia (2,8) y Sevilla (2,2).

Según los expertos, la crisis que se avecina provocará no solo un recorte salarial en cadena sino que modificará las operaciones y forma de negociar los próximos contratos. La nueva normalidad traerá al fútbol contratos de menor duración y cláusulas menos infladas que facilitarán los movimientos entre clubes.

Hay voces, incluso, que ya reclaman una mayor regularización en este apartado. Es el caso de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) que ha planteado la posibilidad de limitar fichas en las ligas europeas para garantizar su sostenibilidad.

En cualquier caso a todos los clubes les tocará reinventarse, pactar, renegociar contratos e incluso buscar fórmulas para aliviar el peso de sus fichas.