Borrar
De pie: Ispízua, Busquet, Sañudo, Barrios, Barinaga, Lizosoain y Torquemada. Agachados: Viso, Estrada, Leoncito y Arrieta. Archivo J.M.O.
La Vista Atrás

El primer Real Valladolid – Ceuta se jugó hace 82 años

Fue en 2ª división y el partido acabó 0-0

José Miguel Ortega

Jueves, 14 de agosto 2025, 18:16

Comenta

Ya ha llovido desde entonces. El primer R. Valladolid – S.D. Ceuta se jugó hace 82 años, cuando ambos equipos estaban en segunda división, con más aspiraciones los vallisoletanos que los ceutíes aunque al término de los 90 minutos la cosa acabó en tablas y además sin goles, porque la zaga visitante supo atar en corto a las dos figuras del ataque blanquivioleta, Sabino Barinaga y Fernando Sañudo.

El partido, disputado el 28 de febrero de 1943 en el viejo «Zorrilla» que, inaugurado en 1941, entonces se llamaba Estadio Municipal a secas. Lo de Zorrilla vino después, no porque al insigne poeta le gustara el fútbol, sino porque el flamante campo estaba ubicado en el Paseo de Zorrilla, casi enfrente del campo de la Sociedad Taurina, donde el Valladolid había jugado desde su fundación.

La segunda división de aquella temporada estuvo dividida en tres grupos con ocho equipos cada uno, disputando los dos primeros una fase final a modo de liguilla a doble partido. Real Valladolid y Ceuta fueron, junto Sporting de Gijón, Real Sociedad, Sabadell y Jerez, los conjuntos de aquel torneo que se disputó al término de la Liga regular.

La posibilidad relativamente cercana de alcanzar por fin el ascenso a primera creó entre los aficionados un clima de optimismo a pesar de los tropiezos sufridos ante la Real Sociedad y el Jerez, especialmente éste último, que derrotó a los pupilos de Platko por un contundente 5-2 en la jornada anterior a su primer enfrentamiento con el Ceuta.

Teóricamente la visita de los ceutíes era una clara oportunidad para tomarse el desquite, recuperar las opciones de ascenso y congraciarse con los aficionados, que llevaban muy mal la irregularidad de su equipo. Así aquel día se respiraba optimismo porque del Ceuta, nuevo en la plaza, se sabía poco no parecía tener una plantilla como para inquietar a un Valladolid que, mezcla de experiencia y juventud, se presentaba claramente superior a su oponente.

Para la Federación el partido no parecía tan de pan comido como pensaban los aficionados, de modo que mandó a un árbitro de primera división, el guipuzcoano Corpas, mientras que los equipos presentaron estas alineaciones.

R. Valladolid: Ispízua, Busquet, Antoñito; Estrada, Torquemada, Leoncito; Lizosoain, Barinaga, Sañudo, Quetglas y Menéndez. Ceuta: Comas; Telechía, Pepín; Gil, Melito, Gonzalvo III; Arnau, Bernal, Rosado, Chacho y Jaro.

Las prisas y la ansiedad limitaron considerablemente las opciones de triunfo que tenía el conjunto local, ya que el tiempo transcurría sin que en el área rival se produjeran oportunidades realmente claras de marcar. Las dos estrellas de la delantera blanquivioleta, Barinaga y Sañudo, estaban férreamente marcados por los defensores visitantes y no hubo manera de batir la portería de Comas, entre otras razones porque el cancerbero tuvo una tarde inspiradísima.

Por cierto, lo de llamar cancerbero al guardameta era muy habitual entonces, seguramente sin que los aficionados supieran realmente de dónde venía ese nombre. En la mitología griega, el guardián del infierno era un feroz y monstruoso perro de tres cabezas llamado Cerbero, cuyo nombre derivó en cancerbero al unirlo con el vocablo can, sinónimo de perro en el idioma castellano.

El 0-0 con que finalizó el partido fue un jarro de agua fría para la parroquia vallisoletana, que veía como las posibilidades de ascenso de su equipo se escapaban, aunque en la segunda vuelta los blanquivioletas apretaron los dientes y ganaron al Sporting, al Jerez y al Ceuta a domicilio y consiguieron un meritorio empate a cuatro goles en «Atocha», frente a la Real Sociedad.

Al final de la fase de ascenso, subieron el Sabadell y la Real Sociedad, mientras que el Pucela quedó tercero y se jugó el salto a la primera división a partido único y en campo neutral. El Granada fue el rival y «Las Corts» el escenario, pero la experiencia del rival fue determinante para el 2-0 que definitivamente cerraba las puertas del cielo balompédico a un equipo que entraría en una crisis profunda que a punto estuvo de hacerle desaparecer.

Pero volviendo al tema central de este capítulo, hay que decir que además de aquellos dos partidos de la fase de ascenso de la temporada 1942-43, Real Valladolid y S.D. Ceuta se encontraron otras cuatro veces, siempre en segundo división. En la temporada 1964-65, triunfo vallisoletano en «Zorrilla» por 3-0 y empate sin goles en el «Alfonso Muruve».

En la siguiente campaña, 1965-66, con Ramallets en el banquillo blanquivioleta, empate a un gol en campo ceutí y cómoda victoria en el estadio municipal por 4-0, con goles de Tejedor, Alonso, Marañón y Mones.

Aquel partido fue el último de los seis que han protagonizado ambos equipos con un balance de tres victorias blanquivioletas y tres empates, sin ningún triunfo ceutí.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla El primer Real Valladolid – Ceuta se jugó hace 82 años

El primer Real Valladolid – Ceuta se jugó hace 82 años