Jorge Valdano, presentación en Zorrilla
La Vista Atrás ·
El argentino fichó por el Alavés aún en Segunda División y en su debut ante el Real Valladolid perdió por 2-0José Miguel Ortega
Valladolid
Sábado, 4 de julio 2020, 08:52
Fue una sorpresa que el Deportivo Alavés, entonces en segunda división, se hiciera con los servicios de una de las figuras emergentes del fútbol argentino. En los años setenta, Argentina era el principal caladero del que se nutrían los equipos españoles, hasta el punto de que prácticamente todos los equipos profesionales de primera y segunda, tenían en sus filas futbolistas de procedencia argentina, muchos de ellos con el sello de oriundos, hasta que el Ministerio de Asuntos Exteriores tomó cartas en el asunto, cerrando el grifo de este espinoso asunto.
Jorge Valdano fue uno de los fichajes de mayor relumbrón en los albores de la temporada 1975-76, a pesar de recalar en segunda división. Siendo aún juvenil pasó al primer equipo del Newell's Old Boys y participó activamente en la conquista del primer título de Liga que lograba el equipo rosarino, lo que le sirvió para convertirse en un llamativo caso de precocidad, pues también debutó con la selección absoluta en un partido frente a Uruguay que Valdano resolvió marcando dos goles, pese a jugar solo 25 minutos.
Fueron muchos los que se interesaron por el joven talento del fútbol albiceleste, pero el más avispado y convincente resultó ser José María Zárraga, antiguo jugador del Madrid y entonces secretario técnico del Alavés. El Newell's se embolsó una buena cantidad y cubrió su ausencia fichando a un delantero que pronto recalaría en el Valladolid, Palacios, mientras que a Valdano, que entonces tenía 19 años, no le importó comprometerse con un equipo de segunda división, convencido de que pronto llamaría la atención de los grandes.
Y así, precedido de esa fama, llegó a Valladolid para afrontar la segunda jornada de Liga el 14 de septiembre de 1975, frente a un Valladolid que se había reforzado mucho para intentar el retorno a primera división. El encargado de la vigilancia del espigado delantero argentino fue Juan Docal, indiscutible cacique de la zaga blanquivioleta durante las siete temporadas –una en tercera y seis en segunda- que militó en el equipo vallisoletano.
En la primera parte, Valdano le creó bastantes problemas a Docal, porque el argentino manejaba los dos pies, era rápido y, aprovechando su estatura, constituía un permanente peligro para el marco de Campos, el portero que, cedido por el Betis, fue el titular aquella temporada. Después, cuando el sólido defensa central del Pucela le tomó la medida, la estrella del delantero criollo se fue apagando, e incluso fue sustituido en el minuto 80, mientras que el Real Valladolid ganaba autoridad por 2-0, con goles del canterano Garrido y el brasileño Vicente, a pesar de que el meta visitante, Rodri, le paró un penalti a Chus Landáburu.
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Ben Barek, el técnico del Alavés, alineó a: Rodri; Frutos, Bea, Español; Catalán, Pascual; Arambarri (Frechilla), Uriarte, Valdano (Pana), Sánchez Martín y Aramburu.
Por su parte, Héctor Núñez presentó a los aficionados esta formación blanquivioleta con muchas novedades: Campos; Salví (Pérez García), Docal, Antón; Puig Viñeta, Aníbal; Vicente, Landáburu, Álvarez, Garrido (Mellado) y Astrain.
Uno y otro equipo arrancaban el campeonato liguero con muchas expectativas y, pese a la derrota sufrida en el viejo Zorrilla, Jorge Valdano declaró que creía en el ascenso del Alavés, a pesar de que él tardó diez jornadas en marcar un gol. Falló en el pronóstico, pues su equipo se clasificó decimoquinto, y el Valladolid, cuarto, se quedó a las puertas del retorno a Primera.
No obstante, Valdano sí cumplió el sueño de triunfar en el fútbol español, pues después de cuatro años en Vitoria, con 21 goles en 107 partidos, brilló por fin en primera división defendiendo los colores del Zaragoza -71 goles en 172 encuentros- y del Real Madrid, en cuyas filas marcó 56 tantos en 120 partidos oficiales durante tres temporadas en las que ganó dos campeonatos de Liga y una Copa de la Liga.
Con la selección argentina se proclamó campeón del mundo en México 1986, marcando uno de los tantos que dieron la victoria a los albicelestes sobre Alemania en la final que supuso el segundo título mundial para su país. Y aunque una hepatitis B precipitó su retirada como jugador, Valdano siguió ligado al fútbol como entrenador, director deportivo y comentarista de prensa, radio y televisión. ¡Quién iba a decir que aquel muchacho melenudo y larguirucho que se las tuvo tiesas con Juan Docal aquella tarde septembrina de 1975, iba a convertirse en toda una celebridad en el planeta futbolístico!
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