El estadio Zorrilla solo abrirá las puertas para sus 22.000 abonados

Si hasta hace bien poco no había día sin fútbol ni fecha sin sobresaltos para el presidente de la Liga, de dos semanas para acá no hay día en el que un club no anuncie un contagio y por ende un aislamiento.

De no haberse producido esta cascada de positivos, probablemente hoy se estaría rescatando el debate de la vuelta de los aficionados a los estadios. Un planteamiento que hasta no hace mucho estaba en la agenda de Javier Tebas, convencido de que el comienzo de la próxima liga (12 de septiembre) se llevará a cabo con público en las gradas. «Estoy convencido de que tendremos público con porcentajes del 20 o el 30%. Hay que seguir viendo cómo evoluciona, esperamos llegar con ese porcentaje al 12 de septiembre, pero quedan más de 50 días. El control de los rebrotes es lo que marcará el regreso del público», decía hace tan solo unas fechas el presidente de la patronal, que incluso ha planificado ya cuál sería el protocolo y las pautas a seguir por parte de los aficionados interesados en acudir al estadio. «Te apuntas a una web», explicaba, «y te dicen la hora y el minuto de entrada al campo».

Aquellas palabras de Tebas chocan hoy con la realidad y mantienen cierta división entre los aficionados, que se debaten entre la pasión por el fútbol y el raciocinio. Los del Real Valladolid se reunieron ayer para conocer de boca de David Espinar cuáles serán las pautas la próxima temporada, algo que ni siquiera el jefe de gabinete de la Presidencia puede responder. «La situación es la misma,no ha cambiado. Personalmente pienso que el fútbol no está preparado para tener espectadores, ni siquiera un aforo reducido del 30 por ciento», aseguraba ayer, ratificándose en la idea de que el club no es quién para decidir qué aficionado entra y quién se queda fuera. Así se lo transmitió a los peñistas. «O todos o ninguno», vino a decir Espinar durante la asamblea de peñas celebrada en el Centro Cívico Juan de Austria.

En este sentido, tampoco el presidente de la Federación de Peñas tiene muy claro hacia dónde posicionarse. «Con los rebrotes que está habiendo no me atrevo a pronunciarme porque es un tema muy delicado», apuntaba, lamentando la situación de fuera de juego en la que quedan los peñistas. «Sin público en los estadios, el papel de las peñas está en el aire».

Durante la reunión de la federación, que congrega ya a 51 peñas y 2.400 peñistas, se trataron otros puntos en el orden del día como el 25 aniversario o el Monumento a la afición, dos asuntos que se han paralizado por la pandemia y que quedan aparcados hasta que la situación lo aconseje. También se procedió a aprobar las cuentas y un cierre económico que este curso ha arrojado beneficios (5.518 euros) por el ahorro propio del confinamiento, y se abordó una campaña de abonados que ahora mismo está en el aire. «Contemplamos tres o cuatro escenarios para emprender la campaña de abonados, aunque vamos a esperar lo máximo posible hasta que desde Sanidad y LaLiga nos den alguna indicación de lo que va a ocurrir», apuntó ayer la mano derecha de Ronaldo Nazário.

Asimismo reiteró que la intención del club es reducir el número de obras pendientes para «crecer en el plano deportivo».

En cuanto a los peñistas se hizo memoria de las 80 actividades llevadas a cabo, se presentó el logotipo del 25 aniversario, se informó de la nueva sede que dispondrá la federación en el fondo sur y dentro del marco del acuerdo con el club de baloncesto se puso en común la intención de crear un fondo de animación en Pisuerga así como la integración de las peñas del Carramimbre.