Cierre de mercado: 96 horas para que el Real Valladolid resuelva el sudoku
La dirección deportiva tiene hasta la noche del lunes 5 de octubre para cuadrar una plantilla de 25 jugadores con las salidas y tres posibles llegadas, y con la lupa en el límite salarial
Después de un mes prácticamente en punto muerto, el mercado ha tomado carrerilla en las últimas 48 horas y enfila su recta final con mucha tarea y deberes pendientes por resolver. Al menos ese es el caso del Real Valladolid, cuya secretaría técnica dispone de 96 horas hasta la noche del próximo lunes para cuadrar cuentas sin perder el equilibrio y dejar en manos de Sergio González una plantilla con 25 jugadores. Hubiera sido más delicado bajar hasta 22, que era la idea inicial del técnico, pero el escenario de incertidumbre que deja la covid-19 y la confirmación de los cinco cambios por partido han obligado a ampliar la cifra sin que ello suponga menos trabajo para la dirección deportiva, que debe tener muy en cuenta las altas y bajas para no superar el límite salarial establecido desde la liga.
Las cuentas, puertas afuera, parecen sencillas. Ahora mismo son 27 los jugadores con contrato que tiene el Real Valladolid y cuatro de ellos figuran en la rampa de salida con todos los pronunciamientos para hacer las maletas (El Hacen, Chris Ramos, Miguel y Javi Moyano). Solo en el caso de Moyano, al que el club ya le comunicó que tenía la puerta abierta, existen serias dudas de que pueda encontrar una salida factible después de apurar toda la pretemporada sin buscar destino y con la firme convicción de luchar por un puesto.
No es el único caso que se puede enquistar ya que el pulso que ha mantenido el club con el canterano Miguel de la Fuente durante los últimos meses puede acabar en los juzgados y con el jugador pasando un año en blanco. El último capítulo, tal y como informaba ayer Marca, ha llevado al Leganés a inscribir al jugador en el filial que milita en Tercera División en una clara maniobra para sacarle de Valladolid.
Más sencillas se antojan las salidas de Chris Ramos y El Hacen, con una oferta atractiva para repetir en Lugo.
En caso de que el club consiguiera cerrar en las próximas horas las cuatro salidas, la plantilla se quedaría en 23 fichas con margen para sumar las tres piezas que aún pretende el cuerpo técnico.
Con el anuncio de la incorporación de un lateral derecho de largo recorrido como Saidy Janko queda satisfecho uno de los deseos, pero no todos. Quedan en el aire las tres operaciones en las que se ha venido incidiendo en el último mes. Dos más complejas y una más accesible.
La que tiene más a mano el club es la incorporación de Roque Mesa al centro del campo, una vez que el jugador ha desoido otras ofertas para cumplir con el compromiso adquirido en su momento con los blanquivioletas. El último paso, firmar el finiquito con el Sevilla –su club de origen– se antoja un mero trámite que no será obstáculo para que el técnico pueda contar con uno de los jugadores más deseados en su esquema mental.
Algo más complejas son las otras dos operaciones iniciadas, pero bloqueadas por la negativa de sus clubes de procedencia. Una de ellas tiene al vallisoletano Jose Arnaiz pendiente de que el Leganés le abra la puerta y permita su inscripción en el club de Zorrilla. En este punto juega en contra las malas relaciones, agravadas por el 'caso Miguel', que se tienen con la entidad pepinera de un tiempo a esta parte.
Balones a Weissman
No en vano, desde la dirección deportiva se seguirá insistiendo puesto que se trata de otra de las peticiones expresas del técnico, obsesionado con encontrar dos jugadores de banda que pongan buenos balones al área y que conecten con las características de un goleador del instinto de Shon Weissman.
Si se cierra esa puerta, la banda izquierda estaría cubierta con tres perfiles tan distintos como los de Orellana, Toni Villa y Waldo. En el caso de este último, su nombre se ha colado como moneda de cambio en las negociaciones para traer al delantero elegido, que no es otro que Budimir.
Desde el club se ha dado altavoz al enfriamiento de la operación, pero el nombre sigue encima de la mesa y se apurarán todas las opciones para traer al delantero croata. Existe un compromiso con el propio jugador para sacarle de la isla e incorporarle a la nómina de delanteros.
Solo en el caso de que todas las operaciones llegaran a buen puerto –mediocentro, extremo y delantero–, y siempre que el límite salarial lo permita, se necesitaría acometer alguna salida más de las que están programadas. Podría ser el caso de Waldo si es que el Mallorca acepta finalmente incluirle en la operación Budimir, y podría ser también el caso de Míchel si la llegada de Roque Mesa se suma al más que probable salto de Joaquín al centro del campo.
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