Los aficionados, tajantes con la vuelta a los estadios: «O todos o ninguno»

El dinero ha vuelto a asomar su colmillo para retorcer un poco más si cabe la realidad paralela en la que vive el fútbol. Si no hace tanto solo Tebas veía e incluso apostaba por el regreso de la competición cuando el resto del país se acostaba envuelto a en cifras desoladoras, el escenario ahora es tan propicio que no hay día que no aparezca un club dispuesto a abrir las puertas del estadio a sus aficionados. Fue el presidente de Las Palmas el primero en lanzarse al ruedo, aupado por saltar a la fase 3, y ahora son un puñado los clubes que se han subido al carro para satisfacer, eso dicen, a un tercio de sus seguidores más fieles.

Celta o Espanyol son dos ejemplos más del sinsentido en el que se ha instalado el fútbol en los últimos meses.

Tan fuerte ha sido el eco, o costosa la posibilidad de tener que pagar a sus abonados la parte proporcional de los partidos no disfrutados, que el debate ya llegado también a Italia donde las palabras de Andrea Agnelli, presidente de la Juventus, se han cobrado no pocos adeptos.

El dirigente turinés levantó la mano en la última asamblea de la liga y ni corto ni perezoso instó al gobierno «autorice en julio una primera apertura parcial de los estadios».

Otros cuantos clubes han secundado la moción e incluso el presidente de la federación transalpina, Gabriele Gravina, se ha sumado a la propuesta. «Hoy es prematuro, pero tengo la esperanza de que pueda llegar al final del campeonato, lo espero de todo corazón», ha señalado en las últimas horas.

Europa gira la vista ahora a España, donde ya hay voces que ponen sobre la mesa el ejemplo de Hungría, el primer país europeo que ha autorizado la entrada de aficionados en un número limitado. ¿Regresarán pronto los aficionados a los estadios? ¿Dejarán su sitio los muñecos o las fotografías a los abonados de carne y hueso?

En Valladolid, sus peñistas lo tienen claro. Hay divergencia de opiniones, con sus matices, pero todos coinciden en una conclusión: «O todos o ninguno».

Las reglas del juego deben ser las mismas para todos, y si en Balaídos tienen prisa por dar aliento a los suyos, también en Zorrilla quieren recuperar su sitio en la grada. «Particularmente lo veo muy difícil y creo que esta temporada no va a ser posible, Otra cosa es la temporada que viene, donde ya se podría empezar poco a poco y empezar con un 30 por ciento, pero ahora sería un agravio terrible empezar dos jornadas sin público que son por ejemplo en las que el Valladolid se lo juega todo y luego dejar entrar a los aficionados», asegura José Antonio Pérez, presidente de la Federación de Peñas.

A su juicio otro gallo cantaría en septiembre. «Los clubes no saben cómo plantear una campaña de abonados sin saber si va a poder entrar público al campo. Y luego, si dejas entrar a un tercio, ¿quién entra y quién no? En mi caso soy el socio mil y si se mira por antigüedad podría entrar pero otros saldrían perjudicados», apunta.

Reacia también a volver al estadio es Asun Mediavilla, presidenta de la peña Mendilibar. «En nuestro grupo hay de todo pero en general no están dispuestos a volver hasta que haya seguridad y plenas garantías. Lo normal es que no se vuelva pero está claro que si se da el paso 'o todos o ninguno'. A título personal creo que poco a poco, si todo el mundo se reactiva, habrá que hacerlo, pero ahora es muy pronto», explica, totalmente contraria a engendros como utilizar muñecos para sustituir a los hinchas.

En el caso de la peña Tiburones del Pisuerga su presidente Alberto Pérez 'Panu' se sale un poco del guion y opina que «al virus habría que tratarlo con relativa normalidad y con medidas de higiene y la seguridad correspondiente se podría volver. Ahora es prematuro pero en fase 3 por qué no». Eso sí, todos al mismo tiempo. «Hay mucho en juego y el Celta por ejemplo, que es rival directo, tendría ventaja si abre ya sus puertas y los demás tenemos que esperar dos semanas más», apunta.

'Panu' se declara optimista sobre la posibilidad de ver partidos en directo a partir de septiembre. «Sí lo veo. Hace un tiempo de hecho lo veíamos como una utopía y ahora ya se está hablando de ello».

En una postura más tajante se posiciona Aída Mata, de la peña Javi Moyano. «Lo veo inviable a día de hoy. Es más, no se debería ni haber retomado la liga porque, entre otras cosas, esto no ha pasado. Habrá que ver cómo evoluciona en el mes de septiembre», comenta.

Entre todos los peñistas se han estudiado diferentes fórmulas para hacer llegar su aliento a los jugadores y por el momento ninguna ha calado. No es posible un recibimiento por la conveniencia de evitar aglomeraciones, tampoco reunirse en torno a una pantalla gigante por idéntico motivo, y la colocación de pancartas, bufandas o camisetas en las gradas dependen de la conformidad de la liga. El terraceo controlado es, por el momento, la única idea factible.