

Secciones
Servicios
Destacamos
La Policía Local de Palencia informaba este lunes de que sobre las 18:45 horas del pasado sábado recibió un aviso del 112 en el que se informaba de que un ciudadano estaba preocupado porque no veía a su vecino desde hacía varios días y creía que podía haberle pasado algo. Tras verificar que no se encontraba ingresado en un hospital, se solicitó la presencia de los bomberos, que procedieron a la apertura de la puerta, localizándose en el interior del domicilio del número 4 en la calle Gaspar Arroyo al morador, de 66 años, fallecido desde hacía en torno a quince días.
El cadáver estaba hinchado por los gases de la descomposición, pero a falta del informe dactilar, todo indica que corresponde a Jesús Flores, un hombre de 66 años que okupaba un domicilio de ese portal, el fatídico número 4 de la calle Gaspar Arroyo, que el 1 de mayo de 2007 se vino abajo como consecuencia de una terrible explosión de gas que dejó nueve víctimas mortales, más de una treintena de heridos y un centenar de damnificados, y que obligó a demoler los dos bloques de viviendas anejos, el 2 y el 6.
El 18 de noviembre de 2012, Jesús Flores comentaba en un reportaje publicado por este periódico que tuvo ficha profesional en 1980 y 1981 como boxeador y que disputó seis combates en Palencia, Valladolid y Aguilar de Campoo (uno perdió por KO con Emilio Molero, pero los otros cinco los ganó a los puntos, entre ellos a García Barcina). Hacía estas declaraciones como usuario del comedor social promovido por la Asociación Virgen de la Soledad en la calle Pintor Oliva de la capital palentina. «Verme como me veo ahora no se me hubiera pasado por la cabeza. Fui boxeador de peso ligero, peleé por toda Europa, fui internacional... Y aquí estoy. Es muy duro, yo he vivido en lo más alto con el dinero que he tenido, y ahora estoy como estoy, sin un duro. Antes de llegar a esta situación, sí piensas en ello, pero no crees que vaya a llegar a este extremo, que vayas a caer tan bajo», señalaba Jesús Flores, que comentaba a este periódico haber nacido en Olmedo (Valladolid) en 1955, aunque la Policía Local informaba este lunes de que tenía 66 años.
«Yo andaba bien, pero gasté más de la cuenta, creía que nunca se iba a acabar, lo gastaba pero al sábado siguiente boxeaba y volvía a ganar, y así sucesivamente, y el dinero se va como el agua. No tengo donde dormir, ahora me van a dar lo de la renta activa de reinserción para desempleados y a ver si encuentro una habitación. Yo duermo en los cajeros, en los Jardinillos, en mil sitios... Nadie sabe lo que es vivir en la calle. Quien diga que duerme en la calle es mentira, descansas pero no concilias el sueño», señalaba Jesús Flores, que ahora estaba de okupa en un domicilio del inmueble número 4 de la calle Gaspar Arroyo.
Los vecinos aseguraban este lunes desconocer de quien es propiedad el piso que okupaba el fallecido, aquejado de una galopante cirrosis. «Dicen que si se lo había quedado un banco de un vecino que dejó de pagar, pero también que si es uno de los que se quedó el Ayuntamiento de cuando hubo que levantar de nuevo el edificio cuando la explosión de gas», comentaban. Conocían a Jesús Flores, sabían que tiene hermanos pero escogió seguir una vida solitaria marcada por la indigencia, arrinconado en las cuerdas de la vida hasta que este lunes le llegó el último K.O., el definitivo de su carrera.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Zigor Aldama y Gonzalo de las Heras (gráficos)
Antonio Paniagua y Sara I. Belled
Jon Garay y Josemi Benítez (Gráfico)
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.