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Celebración del Día Internacional de las Lenguas de Signos Españolas. Manuel Brágimo
Palencia

Romper las barreras de la vida cotidiana

La asociación de personas sordas de Palencia reivindica «dotar de servicios de intérpretes de lengua de signos en todas las entidades públicas, hospitales, juzgados o administraciones»

Adrián García González

Sábado, 24 de junio 2023, 00:29

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Las constantes luchas de las asociaciones con diferentes discapacidades se han convertido en algo habitual en el día a día de la sociedad, quedando mucho por conseguir en busca de la igualdad. Uno de los colectivos más 'invisibles' son las personas con discapacidad auditiva, que encuentran muchas complicaciones y barreras en su vida cotidiana para conseguir la inclusión total. El 14 de junio se celebró el Día Internacional de las Leguas de Signos Españolas, con una programación especial para dar mayor visibilidad a este colectivo. Una serie de actividades como una mesa informativa en la Bocaplaza de la capital, la lectura del manifiesto o la visita al Ayuntamiento y a la Diputación, iluminadas con la característica luz turquesa del colectivo, junto con las letras de Villamuriel de Cerrato. Estas actividades estuvieron coordinadas por el Centro Cultural de Personas Sordas de Palencia, donde su presidente, Luis Javier Lázaro, hizo hincapié en que «celebramos que nuestra lengua es oficial en el Estado español».

Un día para reivindicar sus principales exigencias de cara al futuro. Lázaro explica que en la asociación cuentan «con diferentes programas como el servicio de intérpretes en lengua de signos, la formación en esta lengua y la atención a familias». Una amplia oferta de formaciones con la que avanzar de cara al futuro y, sobre todo, romper las barreras que se encuentran las personas con discapacidad auditiva.

Unas niñas aprenden lengua de signos en la Bocaplaza. Manuel Brágimo

Desde la asociación señalan que «todavía queda mucho más por hacer». La práctica de las lenguas de signos se ha extendido durante los últimos años, normalizándose cada vez más dentro de la sociedad. «Se ha incrementado mucho gracias a la actividad y trabajo que realizamos las asociaciones. Hacemos reivindicaciones, manifestaciones en diferentes ámbitos de la vida diaria como sanitario o educativo», destaca Luis Javier Lázaro.

La participación en sus actividades se encuentra también en pleno apogeo. «En los cursos de lengua de signos cada vez se forman más personas sordas, que luego en sus profesiones hacen que sea más inclusivo y están más insertados en la sociedad», reconoce. En cuanto a las medidas para tratar de normalizar su lenguaje en la calle y no en las aulas, argumenta que «nosotros somos naturales, discutimos, disfrutamos de momentos felices y tensos siempre a través de nuestra lengua tanto en el ámbito público como en el privado».

Las principales reivindicaciones y luchas del Centro Cultural de Personas Sordas de Palencia pasan por seguir aumentando la oferta de servicios que permitan a las personas sordas no tener ninguna barrera en su vida cotidiana. «Lo más importante es tener los servicios de intérpretes de lengua de signos en todas las entidades públicas, hospitales, juzgados o administraciones. Que se rompan las barreras de comunicación existentes a través de servicios de intérpretes para poder comunicarse las personas que usan la lengua de signos con los demás y sean accesibles estos servicios», comenta.

Pero, para que las personas con discapacidad auditiva se encuentren integradas de forma completa en la sociedad, hay que dar un paso más. «No es suficiente con la figura de una intérprete, hace falta tener un servicio las 24 horas del día, en las emergencias y en todos los sitios donde hacemos nuestra vida diaria. Al final tenemos derecho a acceder a todos los servicios que se ofrece a la sociedad en igualdad de condiciones. Tienen que ser accesibles y hoy por hoy no lo son, aunque se ha avanzado mucho la barrera sigue estando», remarca.

«Aparentemente ves a una persona en la calle y no te das cuenta de que tiene esa discapacidad auditiva hasta que te diriges a ella y te das cuenta de que no te oye. Ves a una persona invidente que va con un bastón o una persona con movilidad reducida en silla de ruedas y enseguida empatizas porque te pones en su lugar. Sin embargo, cuando ves a dos personas sordas es más fácil que te des cuenta que ahí hay algo que es diferente» cuenta Luis Javier Lázaro. Además, defienden que el lenguaje de signos no es solamente un sistema de comunicación, sino que es una lengua natural al igual que el castellano. «Desde que nacemos la aprendemos, nos desarrollamos y nos comunicamos toda la vida en nuestra lengua, es un idioma. Hay signos nuevos, neologismo y es una lengua viva al igual que surgen palabras nuevas, nacen signos nuevos, así estamos al día», sentencia.

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