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Si va de Roma a Santiago, pare en Buenos Aires

Si va de Roma a Santiago, pare en Buenos Aires

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Pocos rincones presentan una oferta tan variada como la que permite recorrer la Ruta Jacobea disfrutar de mosaicos romanos y visitar una iglesia de estilo colonial, todo ello es posible en el municipio de Cervatos de la Cueza

El Norte

Valladolid

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Sábado, 18 de julio 2020, 11:19

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Tres localidades que conforman un único municipio. Comparten Consistorio y todas llevan por apellido el del río que también comparten, el Cueza, de curso tranquilo, pero que en alguna ocasión ha sido capaz de escapar de su cauce. Y los tres pueblos, pese a sus coincidencias, tienen su propia especialización, lo que permite al visitante conocer en ubicaciones muy cercanas el mundo del antiguo imperio romano en Quintanilla, la magia y la actualidad del Camino de Santiago en Calzadilla y la pujanza de Sudamérica hecha iglesia en Cervatos. Ni Roma, de donde parte una de las rutas hasta Santiago de Compostela reúne estos tres hitos:una villa que muestra el esplendor de las casas provinciales del siglo IV, las peculiariedades del peregrinaje a la tumba gallega del apóstol y el homenaje de Argentina a los padres del libertador de aquella tierra a comienzos del siglo XIX, y ¡ojo! que esto no es todo. En un municipio acostumbrado a trabajar 'A huebra', es decir, donde los vecinos ponen su esfuerzo físico para que salgan adelante las obras públicas, existen otras leyendas, como que de la encina del obispo. Cuenta esta historia que hace tiempo, por los pastos de Cervatos de la Cueza, un joven pastor de ovejas tuvo la enorme suerte de cruzarse con una señora de la ciudad que pasaba por allí. Se trataba de una mujer adinerada y con la sofisticación de la ciudad que se fijó en la corta edad del niño y en que sus aptitudes daban para mucho más que para el cuidado del ganado. De manera que la señora le planteó la idea de dejar a sus ovejas y el campo e irse con ella a la ciudad a estudiar.

El sueño de ser obispo

Antes de irse de Cervatos, el niño dejó sus albarcas en una encina. Años más tarde, el pequeño cumplió un sueño, ser obispo. Un sueño que se completó con su regreso al pueblo que le vio nacer. Un lugar donde lo había dejado todo atrás, incluidas sus albarcas, que allí estaban, esperando a que él regresara a buscarlas. Esa encina a día de hoy se conserva. No solo gracias al espíritu por compartir que tenía el «obispo de las albarcas», que cedió ese espacio al ayuntamiento tras su muerte; sino también a la colaboración de los vecinos por conservarla a través de un proyecto A Huebra.

Representación del otoño en un mosaico de la villa romana de Quintanilla de la Cueza.
Representación del otoño en un mosaico de la villa romana de Quintanilla de la Cueza. El Norte

Cervatos de la Cueza se recuesta en la margen derecha de la caprichosa y exigua corriente que da nombre a toda la zona. En su casco urbano puede visitarse la casa museo de los San Martín, humilde ejemplo de vivienda tradicional de Tierra de Campos, totalmente acondicionada y también amueblada según la época, casa donde nació Juan de San Martín Gómez, progenitor del que posteriormente sería el general José San Martín, libertador de la Repúblicas de Argentina, Chile y Perú. Su madre también era terracampina, pero de otra localidad cercana, Paredes de Nava. La localidad perdió su iglesia en un incendio, aunque conserva la torre. La República Argentina regaló a la villa donde nació San Martín un templo, construido en estilo colonial y una virgen, la de Luján, patrona de aquella nación sudamericana.

Ciclistas por la Ruta Jacobea a su paso por Calzadilla de la Cueza.
Ciclistas por la Ruta Jacobea a su paso por Calzadilla de la Cueza. Ramón Gómez

Quintanilla de la Cueza nos habla por su parte de una pequeña villa o granjería romana. Y así es, ya que próximo a su caserío se puede en la actualidad visitar los restos consolidados de algunas de las habitaciones de una villa romana, fechada entre el siglo II y el VI de nuestra era. Uno de sus mosaicos más llamativos está dedicado a las cuatro estaciones del año, uno de los que más se reproducen en las redes sociales, junto como no, con el pasillo de las cruces esvásticas.

La vía empedrada

Con Calzadilla de la Cueza ocurre lo mismo que con Quintanilla. Todavía pueden verse los restos del viejo camino empedrado (vía romana Aquitana) que recorrían los peregrinos que venían desde la Abadía de Benevívere hasta el Monasterio Hospital del Gran Caballero o de Las Tiendas, donde dicen los viejos escritos que daban ración crecida de pan, vino y queso, y del que hace unos años se borró toda huella, pues la ruina y el abandono se habían cebado en él. De todas formas, será conveniente hacer una parada en Calzadilla para, en su iglesia de San Martín de Tours, admirar el excelente retablo del siglo XVI, atribuido a un discípulo de Juan de Juni.

Los peregrinos pueden descansar de la ruta en un moderno albergue de promoción municipal levantado en Calzadilla

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