Borrar
Vanessa Berros sirve unas copas de vino en la Sala Jet Set.

Ver fotos

Vanessa Berros sirve unas copas de vino en la Sala Jet Set. MARTA MORAS

«Nos quitan las horas de mayor facturación»

Confinamiento ·

La amenaza de nuevos ERTE y cierres de locales planea sobre la hostelería, que acata las restricciones con el temor de que hundan del todo sus negocios

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Jueves, 8 de octubre 2020, 07:36

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Primer día de confinamiento en Palencia. Las calles mantenían un flujo similar de gente, los comercios también, con su aforo limitado. Todo parece igual, pero no lo es. Más allá de que se limiten los desplazamientos para lo estrictamente necesario, los hosteleros vuelven a hacer números. Repasan las cuentas que no les salen desde marzo y lo siguen intentando. «Si no nos mata la covid, nos vamos a morir de hambre», afirmó ayer José Ramón Prieto, dueño del bar Sala Jet Set.

Sin poder servir en barra, con aforo al 50% dentro de los locales y 60% fuera, lo peor de todo son, sin duda, los nuevos horarios. «Me quitan las horas de mayor facturación de toda la semana», señaló. Tanto la hostelería, como los locales de juego y apuestas no pueden admitir nuevos clientes a partir de las diez, y a las once tienen que cerrar. A partir de esa hora, ya solo se permite la comida a domicilio. «Nos va a afectar mucho en el consumo, a no ser que venga la gente a cenar a las siete», argumentó, por su parte, Francisco José Arroyo, del bar-restaurante Bocoy. «Con respecto al año pasado, tenemos una caída de más del 70% ya, así que esperemos que solo sean catorce días, hay que ser positivos», agregó.

Los comercios prevén una caída moderada de ventas estos días al no poder desplazarse los clientes de la provincia a la capital

Las nuevas medidas de la Junta de Castilla y León para frenar los contagios por covid en la capital palentina se revisarán, según el alcalde de Palencia, Mario Simón, en una semana, aunque es probable que duren más. Ante este nuevo varapalo para la hostelería, algunos bares de la capital han optado por cerrar estas semanas que el horario es tan reducido, mientras que otros tienen que volver a poner en ERTE a parte de la plantilla para afrontar esta nueva situación. «He tenido que mandar al ERTE a casi todos los trabajadores porque esto así es insostenible. Está quedando demostrado que los casos no están bajando con las medidas aplicadas a la hostelería porque nosotros no somos el problema», explicó Prieto, de la Sala Jet Set. «Cuando nosotros tenemos que cerrar aquí, se van a pisos y ahí sí que nadie les puede controlar», añadió.

Francisco José Arroyo pone una copa de vino, ayer en el Bocoy.
Francisco José Arroyo pone una copa de vino, ayer en el Bocoy. MARTA MORAS

«Todas estas medidas nos están haciendo bastante daño. Entiendo que, los que llevamos muchos años, podemos aguantar un poco más, pero los que acaban de empezar no pueden soportar tantos gastos», argumentó Carlos Esteban, de La Bota, mientras atiende una mesa. «Los nuevos horarios nos hacen mucho daño porque siempre tenemos cenas a última hora», señaló.

Daño en las tiendas

Los hosteleros centran el daño de las nuevas medidas, sobre todo, en la restricción horaria, mientras que los comerciantes creen que la caída en ventas las semanas que dure el confinamiento de la cuidad se deberán, principalmente, a que no puedan venir a comprar desde la provincia. «Tengo unas clientas que cuando entran les digo 'hoy es jueves' porque siempre vienen ese día del pueblo. Así que, estas semanas, por ejemplo, ellas no podrán venir», afirmó Aurora Martín, de la tienda Tris. «Lo vamos a notar porque muchos clientes se desplazan desde la provincia y también creo que gente de la capital salga menos estos días por miedo», continuó.

Una clienta observa una cazadora en Tris.
Una clienta observa una cazadora en Tris. MARTA MORAS

Luis Garrido, de La Vinoteca, también creía que la limitación de desplazamientos se notará en la caja de las próximas semanas. «Tenemos muchos clientes que vienen de los pueblos de alrededor, de Grijota o Villalobón y ahora no van a poder». Este comercio se lanzó a hacer pedidos a domicilio cuando estalló esta pandemia para mantener las ventas. «Había gente que no quería salir de casa, así que nosotros se lo llevábamos. Era la forma de facturar», afirmó.

Colas había ayer delante de la tienda de reprografía Coprinflas, que esperaban pacientemente su turno para poder entrar en la tienda. «Solo permito estar dentro a una persona, a lo sumo dos si es rápido y se guardan las distancias», explicó María José Amor. «Tenemos que contribuir todos para parar esto. Otra cosa distinta es que sean las medidas adecuadas. Yo haría una compra de diez días y todos sin salir hasta que se pasase esto», argumentó. Ella no ha notado mucho el impacto de las medidas en su negocio. «Nos afectará porque tenemos clientes que vienen de Aguilar o de Saldaña, pero ya vendrán cuando se pueda, ¿no?», finalizó.

Ismael García, de Joyería Feliciano, reconoció que están trabajando ya por 'whatsapp' con algún cliente de la provincia, que no puede acudir estos días a la tienda. «Es una forma diferente de trabajar», comentó. Sobre lo que afecten las nuevas medidas a su negocio, lo tienen claro. «Estas semanas la gente tendrá un poco más de precaución, por lo que saldrá algo menos, así que supongo que sí que bajen un poco las ventas. Es cierto también que octubre y noviembre siempre son los meses malos. Y luego llega diciembre que es una época muy fuerte», concluyó.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios