Palencia
Un maratón de cojines solidarios para ayudar a las enfermas de cáncer de mamaLa Universidad Popular organiza una jornada de confección de corazones para encajar bajo la axila del lado operado y calmar las molestias
La idea inicial era hacer cien corazones solidarios, pero el objetivo ya se cumplió solo en el turno de mañana y al final del día se llegaron a los 145. La sede de la Universidad Popular de Palencia se convirtió este martes en un hervidero de agujas, telas y solidaridad. Más de setenta personas se inscribieron como voluntarias para participar en la primera edición de este maratón de cojín solidario, que tiene pinta de que se va a repetir en más ocasiones.
La profesora de costura Chus Antolín de la UPP llevaba «gestando en mi cabeza esta idea durante años» y por fin se decidió a materializarla. «Los talleres textiles colaboran en distintas causas solidarias y pensé que podíamos intentar esto, tratar de ayudar o suavizar las molestias de estas mujeres durante un rato», argumentaba este martes Chus Antolín.
Cada uno de esos cojines con forma de corazón tienen una hendidura muy pronunciada, para que pueda encajar con precisión debajo del brazo del lado de la mama operada de cáncer. «Los vamos a entregar en Ginecología del Hospital Río Carrión porque ayuda a que estas mujeres se sientan más cómodas tras haberse sometido a una mastectomía», argumentó la presidenta de la Asociación del Cáncer en Palencia, Rosa Andrés. «Y también significa mucho para los pacientes porque es el cariño, apoyo y la solidaridad», agregó, destacando que la función de cada uno de los corazones no se limita a la terapia, sino que también representa algo entrañable.
«La movilización ha sido increíble. Se ha volcado la sociedad a ayudar y a aportar para estar cerca de los enfermos», añadía Rosa Andrés. La organización de la confección de los cojines solidarios en la UPP estaba dividida en grupos de voluntarias por zonas específicas de trabajo. Los primeros marcaban y cortaban la tela de algodón, después llegaba el momento de las máquinas de coser y de rellenar los corazones con una cantidad concreta (tienen que tener un peso determinado) de miraguano, muy suave para la finalidad del corazón. Posteriormente, se cerraban cosiéndolos a mano.
Mensajes de apoyo
Los alumnos de la Universidad Popular no se quedaron de brazos cruzados y decidieron participar también en esta iniciativa, por lo que añadían a cada uno de los corazones una tarjeta con frases de ánimo antes de empaquetarlos en papel de celofán. «Es increíble cómo se ha volcado todo el mundo. Y estoy muy orgullosa de este alumnado, es maravilloso», concluyó Chus Antolín.
