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Una línea de bloqueo y otra de asalto sobre el castro de la Loma
Entre los objetos recuperados en el yacimiento de Santibáñez de la Peña, se han documentado más de 4.000 tachuelas de calzado militar y cerca de 3.000 puntas de flecha
La Casa de la Cultura de Santibáñez de la Peña se llenó por completo este jueves con la jornada de puertas abiertas 'El Asedio de La Loma 2025', una cita organizada por el Ayuntamiento en colaboración con la Junta de Castilla y León, la Diputación de Palencia, Heroica Arqueología e IMBEAC. La actividad comenzó con una presentación de diapositivas y una exposición de materiales arqueológicos y continuó con una visita al yacimiento, en la que los asistentes pudieron recorrer sobre el terreno los vestigios de un enclave único en Europa.
Durante la exposición, dirigida por Jesús Francisco Torres Martínez 'Kechu' y Santiago David Domínguez Solera, se mostraron algunos de los hallazgos más significativos de la excavación, como puntas de flecha, clavos de sandalias romanas (caligae), remates de cinturón, protecciones de carrilleras de soldados y adornos que sujetaban las capas militares, entre otros objetos.
Los materiales forman parte del abundante conjunto recuperado en este yacimiento, en el que se han documentado más de 4.000 tachuelas de calzado militar y cerca de 3.000 puntas de flecha, junto con fragmentos de impedimenta militar y valiosas piezas indígenas.
El equipo investigador explicó que el castro excavado está rodeado por una doble línea de asedio romana: una línea de bloqueo y otra de asalto. Se trata de un caso excepcional, que apenas encuentra paralelismos en Europa y que recuerda al célebre cerco de Alesia protagonizado por Julio César. «Lo que hace especialmente singular este yacimiento es que no solo se conserva la estructura militar del asedio, sino también los caminos que comunicaban los castellum –pequeños fortines o puestos defensivos romanos que se distribuían de forma regular a lo largo del perímetro del cerco–. La conservación de estas vías internas, utilizadas por las tropas romanas para moverse rápidamente entre posiciones, constituye un hecho prácticamente inédito en la arqueología de época republicana e imperial.
Francisco Torres destacó que este proyecto es el resultado de más de una década de investigación constante. Señaló que el trabajo no se limita a las excavaciones de campo, sino que implica también un esfuerzo prolongado en laboratorio y gabinete, con análisis, revisiones documentales y publicaciones que pueden tardar varios años en completarse debido a la complejidad del sitio.
Añadió que la riqueza del enclave es tal que resulta difícil destacar una sola pieza por encima del resto, ya que la cantidad de objetos documentados es abrumadora en comparación con otros yacimientos, donde los hallazgos suelen limitarse a unas pocas decenas de elementos.
La jornada también sirvió para abordar un asunto delicado, como es la destrucción parcial del yacimiento después de que el pasado mes de febrero un buldócer arrasara el terreno en el que se encuentra este yacimiento arqueológico con 2.050 años de antigüedad. Torres explicó que el Seprona actuó de oficio al tratarse de un bien protegido, y que los hechos ya fueron puestos en conocimiento del Juzgado número 2 de Cervera de Pisuerga. Según indicó, el equipo se encuentra actualmente evaluando el alcance de los daños y analizando qué parte del registro arqueológico podría recuperarse.
En cuanto al futuro de este yacimiento de la provincia de Palencia, los responsables manifestaron su deseo de que los materiales hallados puedan ser mostrados en un museo que dignifique su importancia histórica. Sin embargo, reconocieron que esta posibilidad depende exclusivamente de la voluntad de las administraciones públicas o del mecenazgo privado. Subrayaron que el equipo investigador ha demostrado con creces su capacidad para obtener resultados científicos de primer nivel, y que ahora corresponde a las instituciones dar un paso al frente para garantizar la preservación y difusión del patrimonio.
La jornada concluyó con una visita guiada al campamento, donde los asistentes pudieron comprobar in situ el estado de las excavaciones y el trazado de los anillos de asedio romanos, acompañados por explicaciones técnicas que ayudaron a contextualizar la magnitud del hallazgo. La actividad fue un éxito de participación y despertó un notable interés tanto entre vecinos como entre visitantes de la comarca.
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