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Liberada en Perú y de regreso al paritorio de Londres

Verónica Paredes ·

Tras un incierto confinamiento de dos semanas en el país andino, donde no pudo disfrutar de sus vacaciones, esta palentina se incorporó a su trabajo como matrona

J. Olano

Palencia

Domingo, 10 de mayo 2020, 15:46

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Atrás quedan ya los sinsabores de aquel viaje frustrado, el que emprendió el 12 de marzo rumbo a Perú y a Brasil donde pensaba vivir dos semanas de aventura junto a una amiga. En el país andino les sobrecogió el inicio de la pandemia, por lo que estuvo dos semanas totalmente paralizada. La propagación del coronavirus coincidieron con el anuncio del estado de emergencia en Perú y la declaración del estado de alarma en España e hicieron que las vacaciones de la palentina Verónica Paredes, de 31 años, casi se convirtieran en una pesadilla en la que no pudo disfrutar de ese soñado recorrido por Sudamérica desde el Pacífico al Atlántico.

Estuvieron confinadas en Arequipa durante dos semanas en un albergue hasta que el 30 de marzo recibieron la confirmación y el salvoconducto de la Embajada Británica que les daba acceso primero a Lima y de ahí a otro vuelo que les llevaría a Londres. Porque en Londres vive esta palentina desde 2012, cuando con su título de enfermera bajo el brazo decidió hacerse un hueco en el panorama laboral británico, por aquel entonces mucho más reconocido que el español para los profesionales de la enfermería. Aunque los comienzos no fueron fáciles en Londres, tenía entonces 24 años y ese éxodo para Verónica supuso perderse muchos buenos ratos entre la familia y amigos. Pero ahora, siete años después, reconoce que también se le dio la oportunidad de progresar como enfermera y graduarse después como matrona, trabajo que ahora desempeña en un hospital en el Este de Londres. Allí sigue ejerciendo y allí volvió de inmediato tras su frustrado viaje a Perú y Brasil, en un momento, a principios de abril, en el que la pandemia también golpeaba con fuerza al Reino Unido.

Un mes después de su reincorporación al hospital como matrona, reconoce que las actuales circunstancias añaden estrés a la «aventura» de regresar a paritorios y seguir ayudando a tantas mujeres. Como era de esperar, el departamento ha sufrido cambios notables para poder adaptarse y dar servicios a las mujeres con la covid-19, y esto también se nota en el ambiente y en la tensión entre los profesionales. Nos hemos puesto al día de los nuevos protocolos aunque tenemos actualizaciones a diario. Los quirófanos y la REA se han reconvertido en espacios de UCI, hemos asignado cuatro habitaciones para el cuidado de mujeres embarazadas con coronavirus y hay medidas dispuestas por si el número de casos aumenta», señala Verónica Paredes, a la vez que recalca que los equipos de protección «escasean y no hay un consenso de que protección se deberían llevar en cada momento, lo que genera una gran inseguridad».

También cuenta esta palentina que debido a la gran ocupación de camas de intensivos, las matronas se reciclan para cuidar de embarazadas «con una alta demanda de cuidados, lejos de cómo se entiende en Inglaterra el servicio de maternidad, ya que la mayoría de nuestras compañeras inglesas no tienen experiencia en técnicas puras de enfermería, ya que el acceso a matrona es una carrera separada», explica.

«Todas tenemos miedo, por nosotras y sobre todo por saber que podemos contagiar a otras personas y a sus bebés. Pero sabemos que se nos necesita más que nunca, para estar con las mujeres, apoyarlas, asesorarlas y asegurarnos que tengan un parto seguro y respetado, y que podamos seguir potenciando entre las madres infectadas la técnica piel con piel y la lactancia materna, apoyada por los últimos estudios científicos y por las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en relación a la covid-19», incide.

En cuanto a la vida fuera del hospital, Verónica Paredes asegura que las medidas restrictivas de Reino Unido son más relajadas que en España, pero que la mayoría de la gente trabaja desde casa y respeta la distancia social. Sin embargo, la conciencia social de 'quédate en casa' ('stay home') no está completamente arraigada por la población inglesa lo que hace complicado pensar aún en una vuelta a la normalidad, sobre todo cuando se han superado los 31.500 muertos. Recuerda Verónica Paredes también que el ingreso por coronavirus del primer ministro, Boris Johnson, generó una gran incertidumbre tanto a nivel político como social.

En el otro lado de la balanza, están las grandes expectativas depositadas en un ensayo clínico en humanos de una vacuna en la que trabaja la Universidad de Oxford.

«Supongo que si algo hemos de aprender y no olvidar de esta crisis es que un sistema público de salud es imprescindible, que los recortes y la falta de previsión afectan tanto al personal como a la población», insiste. También considera fundamental tener en cuenta la lección humana que ha dado esta pandemia «para dar las gracias a todas aquellas personas que han seguido trabajando en primera línea tanto en hospitales, supermercados, protección pública… Y que invertir en investigación siempre será un acierto, que la solidaridad, el amor y la empatía es lo que hace grande al ser humano», añade.

Verónica Paredes concluye con un mensaje: «Cuida del que te cuidaba. Y donde quiera que estés leyendo esto, por favor utiliza el sentido común y si es posible, quédate en casa».

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