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Legionarios y gladiadores en Saldaña
La XXI edición del Mercado Romano deja un ambiente multitudinario, con más de 200 figurantes, talleres, cetrería y desfiles que devuelven la esencia del Imperio a la Plaza Vieja
El tiempo parece detenerse en Saldaña cuando las legiones romanas desfilan por sus calles, los gladiadores se preparan para el combate y las aves rapaces surcan el cielo. La villa ha vivido el fin de semana una de sus celebraciones más multitudinarias y vibrantes con su XXI Mercado Romano, una cita ya consolidada en el calendario cultural y turístico de la provincia, que convierte cada rincón de la villa en un homenaje viviente a la época de la Roma imperial.
Desde primera hora de la mañana, cientos de visitantes llenaron la Plaza Vieja y sus alrededores para sumergirse en un fin de semana de recreación histórica que alcanzó su punto álgido en la jornada de ayer. La feria, que arrancó el sábado, concluyó con una intensa agenda en la que se combinaron desfiles, espectáculos, talleres y animación continua en las calles. El ambiente, animado también por el desarrollo en directo, sábado y domingo, del programa radiofónico 'No es un día cualquiera' de Radio Nacional conducido por Pepa Fernández, fue inmejorable durante todo el fin de semana.
Más de 200 personas participaron en los desfiles, caracterizadas como legionarios, senadores, ciudadanos romanos, esclavos o sacerdotisas. Algunas forman parte de grupos de recreación histórica llegados desde distintos puntos, otras pertenecen a asociaciones locales como Saldaña se Mueve o Thieldón, que aportaron autenticidad y un toque cercano a cada escenografía. Los pasacalles, marcados por el sonido de los tambores y las órdenes militares en latín, despertaron los aplausos del público a su paso por las calles.
«Todos los años nuestra feria es un éxito y cada vez vamos a más», celebraba el alcalde de Saldaña, Adolfo Palacios Rodríguez, durante la jornada. «Este año ha coincidido con la inauguración del mirador de la Morterona, con la escultura de los Thieldones, para poner en valor lo que son nuestros ancestros vacceos y la joya de la orfebrería que tenemos aquí», explicaba. El regidor saldañés destacó el enorme colorido del mercado, la diversidad de actividades y la implicación de las áreas de Turismo, Cultura y Promoción Económica de la Diputación. «Son muchas horas de trabajo y sin su esfuerzo sería impensable disfrutar de un mercado como este», agregaba.
Una de las propuestas que más sorprendió al público fue el espectáculo de cetrería, que se desarrolló junto al Ayuntamiento y reunió a decenas de curiosos. Ocho aves, entre ellas búhos reales, halcones y un águila, impresionan con sus vuelos rasantes y su obediencia perfecta a las órdenes de los cetreros. Niños y adultos disfrutaron con los movimientos ágiles de las rapaces, que dibujaron círculos sobre los tejados del Consistorio saldañés.
En paralelo, se desarrollaron durante todo el día diferentes talleres participativos orientados al público infantil y juvenil. Actividades como el tiro con arco, el tallado de piedras, la construcción con adobe o la personalización romana para sacarse fotos temáticas triunfaron entre las familias. Muchos niños paseaban con escudos, espadas, cascos y túnicas improvisadas, mimetizados con el ambiente.
«El mercado romano se ha desarrollado con multitud de gente. El colorido es enorme y llaman muchísimo la atención las legiones. Aquí tenemos de todo: aves rapaces, gladiadores, música, titiriteros y séquito», subraya el alcalde de Saldaña, convencido del poder de atracción de la cita. Y no le falta razón. En cada rincón se respiraba vida y se escuchaba hablar de Roma. Las panaderías preparaban dulces con nombres latinos, los artesanos ofrecían cerámica, cuero o jabones, y algunos puestos incluso aceptaban los nuevos denarios saldañeses creados este año como recuerdo conmemorativo. Dos modelos –uno con la figura de Javier Cortes y el dios Helios, y el otro con los caballitos de Saldaña y una deidad romana– que sirvieron como reclamo y souvenir. Todo ello, dentro de un mercado donde cada vendedor recibía a los clientes con las vestimentas típicas de aquella época.
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En los alrededores, el Museo de La Olmeda, ha mantenido su programación activa durante todo el fin de semana con diversos talleres. Uno de grabado y color en yeso a mediodía, y otro de construcción tradicional con barro y paja por la tarde. Ambas propuestas, dirigidas a menores de entre 6 y 15 años, completaron la vertiente más educativa de un mercado que no olvida su origen divulgativo. «Hemos tenido muchísima gente en esta edición, posiblemente incluso más que en años anteriores. Lo hemos podido ver en cada desfile», comentaba Adolfo Palacios, agradecido con los figurantes y asociaciones. «Podemos ser unos cien figurantes, más todas las asociaciones que participan con nosotros en estos desfiles. Al final, podemos contar con aproximadamente 200 personas para estos impresionantes pases por el municipio», detallaba.
A lo largo de todo el fin de semana en este municipio de Palencia, además de la programación en La Olmeda y las actividades en el mercado, no faltaron los conciertos, titiriteros, recreaciones de lucha de gladiadores y el espectáculo nocturno de fuego, celebrado el sábado por la noche con gran afluencia. La experiencia, tanto para el visitante local como para el turista, se ha convertido un año más en una inmersión total en la cultura clásica con toques festivos.
Saldaña vuelve a cumplir su objetivo: devolver la vida a sus calles a través de la historia, implicar a su gente en un proyecto común y atraer al visitante con una propuesta original, bien organizada y en constante crecimiento. «El enorme éxito del mercado te hace pensar ya en la siguiente edición y siempre pensando en mejorar», concluía.
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