Invadía el carril izquierdo y los arcenes un camionero que conducía drogado en la A-62

El equipo de Atestados perteneciente al Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Palencia recorrió varios kilómetros sentido ascendente por la zona indicada, pero no localizó al camión. No obstante, la Guardia Civil tuvo contacto telefónico con uno de los conductores que había alertado de la conducción temeraria del camionero, y alertó en un segundo aviso de que había cambiado el sentido de la marcha y se encontraba por el kilómetro 92 aproximadamente de la autovía A-62 pero en sentido Burgos, prosiguiendo con una conducción errática y antirreglamentaria.

Ya pasada la media noche, casi una hora después, a las 00:15 horas la Guardia Civil localizó el camión, siendo identificado su conductor en el área de servicio de la autovía A-62 a la altura del punto kilométrico 64. Por parte de los Agentes intervinientes, se realizó prueba de alcoholemia arrojando resultado negativo y prueba de detección de estupefacientes, sustancias psicotrópicas y drogas tóxicas en colector salival, arrojando un resultado positivo en dos sustancias, cocaína y anfetamina.

Observados los signos externos del conductor, así como las pruebas aportadas (vídeos) por parte de los testigos del vehículo que circulaban detrás del mismo, en el que se observaban imágenes de la conducción irregular, junto con el resultado positivo en la prueba indiciaria de drogas, el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Palencia procedió a investigar al conductor del camión por la comisión de un delito contra la Seguridad Vial, tipificado en el artículo 379.2 del Código Penal, delito de conducción de un vehículo a motor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, instruyéndose diligencias las correspondientes diligencias, que fueron remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Palencia.

La Guardia Civil destaca que el consumo de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.