María López Mosquera.

Hallan un esqueleto en la zona donde desapareció hace nueve años la nonagenaria de Villada

El forense cree que los restos, que encontró un hombre cuando paseaba y vio asomar parte de un cráneo, son más antiguos que los de la mujer

Martes, 3 de noviembre 2020, 01:54

Los restos humanos los encontró ayer un hombre que paseaba por el lugar y que vio cómo asomaba al exterior parte de lo que parecía un cráneo. Andaba por la zona de la tobera, en un camino llamado El Moral, cerca de los terrenos del polígono de Villada y a poca distancia de la residencia de mayores Casado del Alisal de la localidad, donde residía María López Mosquera, de 95 años, cuyo rastro se perdió el 22 de octubre de 2011 cuando salió por la tarde a dar un paseo por la acera de la residencia y ya no regresó. Rápidamente acudió hasta el lugar la Guardia Civil y se procedió a desenterrar los restos humanos encontrados (ayer por la tarde aún no habían concluido las tareas de exhumación) y se dio aviso al forense, mientras que la jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Palencia, que instruye las diligencias, dio orden de que se realice cuanto antes la prueba de ADN a esos restos para saber si se trata o no del cuerpo de María López Mosquera y poder arrojar algo de luz al misterio que rodea este caso. Y es que en nueve años nadie ha podido hacerlo. Ni la Guardia Civil, que en todo este tiempo ha movilizado patrullas, helicópteros, buzos y perros, ni los familiares de la nonagenaria, que siguen sin descansar tranquilos, o al menos resignados.

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La primera inspección sobre el terreno del forense no es muy optimista a este respecto, ya que los restos óseos se fracturan con facilidad y hacen suponer que son más antiguos que los que pudieran corresponder a María López, pero será los exámenes del genoma los que determinan si son o no los de la nonagenaria.

«Es una sensación horrible no saber qué le pasó, qué pudieron hacerle. ¡Eso quién me lo cuenta a mí! Mi madre tenía que estar enterrada como Dios manda. Si alguien tuvo que ver algo con su desaparición, que sepa que no olvidamos, qué seguimos con su búsqueda», señalaba a El Norte de Castilla Ana Fernández López, hija de la desaparecida, en una entrevista publicada el pasado 22 de octubre, cuando se cumplían nueve años justo de su ausencia.

Ana Fernández continúa firme en su idea de que hay personas que están involucradas en la desaparición de su madre. «Se despistó la pobre y fue a dar con quien no debía, o a alguien se le fue la mano», recalcaba la hija de la nonagenaria, muy agradecida con la labor de la Guardia Civil a pesar de que la investigación esté (o estaba) en vía muerta.

El instituto armado mantiene como hipótesis más probable que María López Mosquera esté en la zona en la que desapareció, en ese radio que su movilidad reducida le permitiese andar, con su bastón como apoyo. Oculta a la vista, pese a que se haya rastreado palmo a palmo ese terreno, convertida en restos humanos. Pero ninguna hipótesis se descarta, y el trabajo de la Guardia Civil no se había detenido, puesto que no cerrará nunca la investigación hasta que no se haya esclarecido el caso. Quizá ahora tengan un hilo del que poder tirar.

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