La Guardia Civil enseña su trabajo en Villamuriel

Desmontar la idea de la Guardia Civil como agente coercitivo y motivar la percepción de la asistencia para los más pequeños es una de las razones por las que los centros educativos de Villamuriel de Cerrato acudieron este lunes a la exhibición organizada por la Guardia Civil. Con motivo de la celebración del 178 aniversario de la fundación del Cuerpo, distintas unidades expusieron los equipos necesarios para desempeñar su función. Agentes de Seguridad Ciudadana, Tráfico, Seprona, Policía Judicial, del equipo de búsqueda y desactivación o de defensa nuclear se instalaron en el municipio para enseñar a los alumnos de la localidad la importancia de su figura. «Siempre que vienen tanto el Ejército como la Guardia Civil provoca mucha curiosidad a los estudiantes», aseguraba el alcalde, Roberto Martín.

Conseguir convertir en una actividad didáctica las cuestiones más técnicas fue un verdadero reto para los agentes. A través de marionetas que representaban a la Guardia Civil y el 'lobo veloz' que cometía las imprudencias, los más pequeños entendían las normas de tráfico y la necesidad de cumplirlas. «En un principio pensamos que podía ser para más pequeños, pero al final es una actividad muy necesaria para cualquier edad y está bien que lo aprendan desde tan temprano», aseguraba Marta Villafruela, directora del colegio de Villaviudas, que acompañaba a niños de 4 hasta 8 años. «En un paso de cebra hay que mirar a los lados», comentaba una pequeña de tan solo 5 años que tomaba su primer contacto con la seguridad ciudadana.

Esas pequeñas indicaciones que, como comentaba Mari Paz Ibarlucea, profesora del colegio de Santervás de la Vega, «ayuda a cambiar la percepción de la Guardia Civil». Lejos de ver a los agentes como un enemigo, este tipo de actividades provocan una cercanía con la ciudadanía. «Este acercamiento ayuda a que el día de mañana vean que están para ayudarnos y no para denunciarnos», contemplaba la profesora. Precisamente esa era la motivación de los docentes, inculcar la visión protectora del Cuerpo. «Que sepan a quién acudir si les pasa algo en un futuro y sepan desde pequeños la importancia de respetar las normas», apuntaba Belén Vélez, profesora del colegio Aguilera.

No solo sirvió de lección para los escolares, pues alumnos del instituto del municipio pudieron conocer de primera mano las funciones de la Guardia Civil, e incluso alguno de ellos interesarse por la formación. «Les empiezas a explicar en qué consiste el trabajo y muchos de ellos te preguntan cómo pueden trabajar en criminalística», explicaba Francisco Javier Sánchez, agente de la Guardia Civil. De una manera lo más didáctica posible, el agente definía los utensilios esenciales para desempeñar su trabajo. «Antes tomábamos como referencia la mítica serie del CSI para que pudieran hacerse una idea, pero ahora las nuevas generaciones ni la conocen», bromeaba Sánchez. Un trabajo esencial en incendios, homicidios, robos o agresiones que llamaba especialmente la atención de los jóvenes.

Con las sirenas de fondo para sorprender a los escolares, el rugir de las motos provocado por alguno de los pequeños que jugaba con los mandos y la lancha expuesta como atracción, la diversión estaba asegurada. Aún más después de dos años sin apenas salidas. «Todo lo que sea salir del colegio y ver otras cosas les encanta porque están muy como acostumbrados, así que les resulta muy motivador», aseguraba Ester Fontecha, profesora de Educación Física del Gómez Manrique. Este tipo de salidas supone, por tanto, una experiencia nueva para muchos alumnos que aún no conocen lo que son las excursiones. «El aprendizaje de fuera del colegio es tan importante como el de dentro», reconocía Belén Vélez. «Eran necesarias ya este tipo de salidas, vienen muy expectantes porque no saben qué se van a encontrar», añadía Mari Paz Ibarlucea.

Además de los estudiantes, también quisieron disfrutar de la exhibición los vecinos del municipio. «Un chaleco antibalas o una lancha de la Guardia Civil es algo que no podemos ver todos los días», comentaba Yolanda Pisabarros, vecina de Villamuriel. La explicación que los agentes proporcionaban a los alumnos servía también para que los villamurielenses tomaran nota de ciertos procedimientos. «Cómo cogen las huellas o las muestras y ampliar la visión del trabajo de la Guardia Civil ayuda a entender su papel», aseguraba.

«Pensamos que la Guardia Civil son solo los que están para controlar el tráfico, pero tiene muchas vertientes necesarias», concluía Yolanda Pisabarros.

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