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Petra Cantero recibe numerosos regalos en una tarde de reconocimiento.

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Petra Cantero recibe numerosos regalos en una tarde de reconocimiento. LUIS ANTONIO CURIEL

Un cumpleaños centenario en Baltanás

La residencia La Milagrosa celebró ayer una fiesta en honor de Petra Cantero, a la que acudieron familiares y compañeros, que le dedicaron unas coplas castellanas a su vida

LUIS ANTONIO CURIEL

Baltanás

Jueves, 18 de junio 2020

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Hay personas que dejan huella por su carácter y nobleza. Es el caso de la señora Petra Cantero Baranda, que desde ayer se ha convertido en la vecina centenaria de Baltanás. Las circunstancias actuales han impedido una fiesta familiar por todo lo alto, pero aun así recibió un merecido cumpleaños.

A media hora de la mañana, representantes de la Corporación Municipal presididos por la alcaldesa de Baltanás, María José de la Fuente, entregaron una placa conmemorativa como recuerdo de este cien cumpleaños. También la Diputación de Palencia se sumó a la fiesta con una manta para las piernas. «Ha sido una sorpresa y estoy muy emocionada y agradecida con todas las felicitaciones y muestras de cariño que he recibido. Me hubiera gustado besar a mis familiares o haber celebrado una comida con ellos, pero las circunstancias actuales nos lo impiden. Espero que todo esto vaya pasando para que podamos reunirnos otro día y celebrarlo como se merece», destacó emocionada Petra Cantero, que fue coronada por todos sus compañeros de la residencia, que se volcaron en detalles para que viviera un día inolvidable. De hecho, durante varios días prepararon unas coplas castellanas adaptadas a su vida, que le arrancaron varias sonrisas y lágrimas. También sopló las velas de la tarta de su cien cumpleaños y pidió como deseo que todo vuelva a la normalidad. El acto contó con la presencia de algunas familiares, vecinos, representantes de la Fundación 'Virgen de Revilla' y de la Cooperativa del Campo 'San Millán'.

Sus compañeros de residencia le cantaron unas coplas dedicadas a su vida. L. A.C.

La vida de la señora Petra es una caja de sorpresas, pues está pendiente de todo y de todos, y siempre está disponible para la familia y los vecinos. Hace un año, por decisión propia, decidió entrar en la residencia de ancianos 'La Milagrosa' de Baltanás, para no dar trabajo a su hijo Félix, que es el que ha estado pendiente de ella estos años y el que suele sacarle de paseo, aunque en los últimos meses únicamente se han comunicado por teléfono o vídeollamada por la covid-19.

La señora Petra, de la familia de 'Los Títeres', maneja perfectamente datos y fechas. Nació el 17 de junio de 1920 en el Barrio del Arrabal, de Baltanás, hija de Primitivo Cantero y Julia Baranda, matrimonio del que nacieron siete hijos. Vivió sus primeros pasos después de la famosa peste de 1918, que tanto se asemeja a la actual situación. Contrajo matrimonio con el baltanasiego Félix Puertas Nieto, de la familia de 'Los Pelochos'. Fruto de esta unión nacieron cuatro hijos, Julia, Julián, María Teresa y Félix. Además el cariño se ve multiplicado con 10 nietos y 5 biznietos.

Petra Cantero posa ayer con su nieto y su biznieto. L. A. C.

La señora Petra siempre ha disfrutado de las tareas de la casa, especialmente de la costura. Tenía unas manos especiales para coser, algo que ha sido una constante en su vida. Se ponía en la Puerta del Sol junto a otros jornaleros para faenar en el campo, ir a la remolacha o lo que hiciera falta. Un trabajo duro, de sol a sol, que hacía como otros hombres que salían a ganarse el jornal. La señora Petra sabe muy bien lo que es el sacrificio, la lucha en la vida, pues ha sabido tirar para adelante a pesar de las dificultades. Ha confiado mucho en Dios y en la Virgen de Revilla -Patrona de Baltanás- y esa fe ha sido para ella una fortaleza en medio de una vida humilde de esfuerzo y entrega. Con la mecanización del campo en los años sesenta, tuvieron que emigrar a Bilbao para ganarse la vida. Fueron años duros y difíciles, pues la vida del pueblo era muy distinta a la de la ciudad. Con el paso del tiempo fueron adaptándose a las circunstancias y esperaban con ilusión los veranos y otros momentos del año para volver a su querido Baltanás. En 1984, al jubilarse su marido, decidieron regresar a su pueblo y asentarse definitivamente en la casa de la calle El Tinte, que ahora Petra tanto añora al estar en la residencia.

Esta baltanasiega centenaria ha estado curtida por la vida, tiene un carácter fuerte, es valiente, trabajadora, con una vitalidad sorprendente, con unas ganas de vivir dignas de elogio y con un corazón enorme. La muerte de su marido, Félix Puertas, en 1998 fue un golpe muy duro para ella. Años después, tuvo que despedir a su hija Tere a los 61 años, lo que supuso un desgarro enorme.

La señora Petra ha conocido muchos cambios y ha visto cómo evolucionaba su pueblo. Atrás quedaron las duras faenas en el campo, el agua racionada que había que recoger en las fuentes, las cartillas de racionamiento, lavar a mano en el pilón o en la artesa, las calles en tierra, el triste episodio de la Guerra Civil o la emigración a la ciudad.

La señora Petra ha vivido muchas alegrías y tristezas a lo largo de sus cien años, lo que le han forjado como una mujer sencilla, noble y cariñosa. Ayer, parte de su familia, algunos vecinos y todos los compañeros y personal de la residencia de ancianos 'La Milagrosa' le mostraron su gratitud por un ejemplo de entrega tan hermoso. Es el cariño de toda una vida expresado en señal de agradecimiento porque, en el caso de Petra, queda patente que 'cada uno recoge lo que siembra'.

De este modo, Baltanás cuenta con dos vecinas ya centenarias, la señora María Diago con 104 años y ahora Petra Cantero con 100 años. El próximo domingo, otro baltanasiego, Luis Álvarez, se sumará a la lista de centenarios de la localidad.

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