Compresas para las niñas africanas

Conseguir compresas, tampones o una copa menstrual es tan sencillo –para nosotros– como caminar hasta el supermercado más cercano. Sin embargo, la ONU reconoce que la menstruación supone un obstáculo para niñas y mujeres en muchos países. Lidia Prieto, natural de Villamuriel de Cerrato, vive el problema en primera persona en el pequeño pueblo africano Nyagwethe. La joven, de 26 años, realiza un voluntariado en esta localidad de África y ha puesto en marcha el proyecto Pads Project para recaudar fondos y mejorar la salud femenina de las niñas.

Porque las niñas de Nyagwethe, no solo tienen la ciudad más cercana a más de una hora. Tampoco pueden acceder a información sobre la menstruación ni poseen recursos. «En los pueblos de África, si las familias casi no tienen para comer, ni se les pasa por la cabeza gastarse dinero en compresas», explica Prieto, que ha puesto en marcha el proyecto a través de la red social Instagram. En su perfil, publica los vídeos que graba en la localidad sobre el proyecto y los primeros frutos de sus recaudaciones. Además, todos los interesados en ayudar pueden consultar el número de cuenta para realizar las donaciones en su perfil @padsproject.

La joven llegó a la localidad africana gracias a un voluntariado que solicitó en la plataforma Workaway. Su labor como voluntaria consiste en promover el fútbol como una forma de ocio saludable entre los niños, además de transmitirles valores importantes. Sin embargo, en cuanto llegó en marzo a África, Prieto se percató del gran problema que sufrían las niñas del pueblo y puso en marcha esta iniciativa de forma personal.

El problema de las niñas cuando tienen la primera menstruación va mucho más lejos de un problema de salud o higiene. No solamente utilizan telas, trapos o incluso trozos de colchón como compresas, con el consiguiente riesgo en su salud. La regla les impide ir al colegio, al no poder estar tantas horas sentadas en clase o haciendo actividades físicas. «Es imposible tener a una niña con un trozo de tela ocho horas en el colegio. Al final, pasan una semana al mes sin ir al cole, y algunas, tienen tanta vergüenza que dejan la escuela», explica Prieto. Y esto sin contar la gran desigualdad de la que parten las mujeres frente a los hombres, en todos los ámbitos.

Todos estas cuestiones, además de verlas en el día a día, las ha conocido gracias a la labor de Faith Anyango, una de las mujeres de la localidad que contribuye a la formación de las niñas en todo lo relacionado con la salud sexual y la higiene femenina. Como ella misma explica, el problema es que estas niñas, al necesitar compresas, recurren a los prestadores. Este prestamismo acaba en favores a cambio de sexo, embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. «Estamos hablando de niñas de 12 y 13 años, que se ven obligadas a vivir esta situación», acalara Prieto.

Fabricación propia

La iniciativa Pads Project no solo pretende adquirir compresas para ayudar a las niñas de forma puntual. En la actualidad, son el único recurso que conocen, porque no tienen acceso a otros productos de higiene femenina, e incluso tienen que aprender cómo usarlas. Sin embargo, Lidia Prieto quiere alcanzar el objetivo de frabricar sus propias compresas artesanales y reutilizables. Para esta labor, necesitan una maquina de coser y materiales higiénicos. «Estoy hablando con otras ONGs de otras partes del mundo para tener información y materiales», explica, ya que el propósito es que sea una solución dudadera y no de unos meses.

Faith Anyango, que participa de forma activa en el proyecto, sería la encargada de coser estas compresas y continuar con su labor divulgativa. Muchas veces, las niñas son incapaces de contar a sus padres que tienen la menstruación, o no saben cómo actuar.

Esta labor de formación es muy importante y, tal y como explica Lidia, Anyango la realiza de forma volunataria en su propio pueblo. De hecho, en el perfil de Instagram @padsproject se encarga de explicar a las más de 5.000 personas que han visualizado el video, cómo es la situación en Nyagwethe.

Por ahora, ya han podido repartir más de 80 compresas a niñas de la localidad y están muy contentas con las donaciones que han recibido. «Han sido poquitas pero muy generosas, y solo esperamos que llegue a más gente y poder cumplir nuestro objetivo». De momento, parece que todo apunta a que podrán comprarse la maquina de coser para poder seguir ayudando a las niñas antes de que la joven regrese en mayo a Villamuriel.

Mientras, a pesar de que el pueblo no tiene electricidad, a excepción de un bar si el tiempo acompaña y no hay tormentas, la palentina Lidia Prieto aprovecha sus tiempos libres para colgar más información en Instagram y acercanos, de primera mano, la realidad de las pequeñas localidades africanas. Tan necesaria de conocer.

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