Rebeca Soriano, en la sede de la Federación de Ampas de Palencia, en Casado del Alisal, 2. Manuel Brágimo

«Los colegios hacen un buen trabajo, pero las familias debemos ser más sensatas»

Rebeca Soriano, presidenta de la Federación de Ampas de centros públicos, considera que los centros disponen de exigentes protocolos de seguridad, aunque lamenta falta de información, sobre todo respecto a la ESO

J. Olano

Palencia

Lunes, 14 de septiembre 2020, 07:49

Con tres hijos, uno en Secundaria en el instituto Victorio Macho y otros dos en Primaria en el colegio Clara Campoamor de Villalobón, Rebeca Soriano ... habla como portavoz más que autorizado de los padres y madres de las 70 Ampas federadas en Palencia. Llegó a la presidencia de la Federación Provincial de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Centros Públicos en enero de 2018 y dos años después le ha tocado capear el temporal que no termina de amainar seis meses después del decreto del estado de alarma y la suspensión de las clases. Ahora, la vuelta a las aulas, especialmente la de Secundaria en la jornada de hoy, le trae de cabeza. Pero no quiere olvidar el lanzamiento de la campaña 'Revuelta al cole', una especie de Caminos Escolares, «ahora más que nunca son necesarios para evitar los coches, ysi en vez de 25 padres podemos ir tres para llevar a toda la clase al colegio, mucho mejor», afirma.

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–¿Cómo ha sido el trabajo de la Federación en estos meses?

–No hemos parado de trabajar durante todo el verano, porque todos hemos tenido la misma angustia. Hemos estado desinformados en todo momento, abandonados desde la Administración, tanto a la federación provincial como a la confederación regional.

–¿Han contado con la colaboración de los colegios?

–La verdad es que sí, los equipos directivos han trabajado a la par con las Ampas. No solo durante el tiempo de confinamiento, que nos costó arrancar un poco porque a todos nos pilló de sopetón, pero los equipos directivos y los profesores han funcionado muy bien.

–Las quejas de las familias en el ámbito educativo durante el confinamiento fueron muchas...

–Sí, hubo un poco de descontrol sí porque cada uno aplicaba su forma de trabajo, con distintas plataformas y como podían sobre todo al principio, que estaban más descoordinados. Ylos padres hicimos también un trabajo estupendo. Si no llega a ser por la dedicación de los padres, el curso no sale adelante. Hemos sido padres, profesores y empleados de nuestros respectivos trabajos.

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–¿Cómo respondieron la Dirección Provincial de Educación y la Junta?

–Yo no critico al director provincial. Al revés, porque siempre que nos hemos puesto en contacto con él, hemos obtenido respuesta, pero el director provincial, Sabino Herrero, ha estado desbordado, porque para él también ha sido un tiempo muy difícil.

–¿Cómo ha comenzado la ansiada y temida vuelta al colegio?

–Sobre el papel, los protocolos son muy buenos, pero hasta que no pasen unos días no vamos a saber cómo funciona. En cuanto a los espacios, lo han organizado todo muy bien, y tienen gel, mascarillas, los colegios se someten a una extraordinaria limpieza... En general, los protocolos se han establecido bien. Yo la verdad es que lo esperaba todo peor en el arranque, pero han hecho un trabajo fantástico. Infantil y Primaria ya ha empezado, y a pesar de la desinformación inicial, no tenemos mayores quejas, pero en Secundaria no sabemos nada de nada. La comunicación de los centros de la ESO con las asociaciones de padres y madres no es buena. Deben creer que porque son alumnos de Secundaria ya no necesitan de sus padres, pero estamos hablando de niños de solo 12 años que van nuevos a un instituto. No son alumnos autónomos.

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–¿Se han contratado suficientes profesores? ¿Qué más pueden o deben hacer los centros educativos?

–Un rebrote no lo puede controlar nadie, esperemos avanzar y no volver a como estábamos en marzo. Los padres tenemos miedo y llevamos a los niños al colegio porque debe ser así, y no podemos seguir encerrados en casa. En los colegios lo están haciendo muy bien, está claro, es una situación muy difícil. La necesidad de más profesores por parte de los centros se ha detectado quizás con un poco de retraso porque no sabían hasta última hora cómo debían hacer, y por eso han aparecido a última hora.

–¿Ahora la responsabilidad está más en las familias?

–Desde la Federación siempre hemos hecho un llamamiento a la calma, es un problema de salud que nos sobrepasa y no está en manos de nadie, ni siquiera del presidente del Gobierno. Todos debemos ser responsables para actuar y vivir con esta pandemia que aún nos está costando asimilar. De todas formas, hay que hacer un llamamiento a los padres, porque si en los centros tienen a los niños en grupos burbuja con las máximas medidas de higiene, que luego no vayan todos al parque juntos, en terrazas, sin mascarillas. Por favor, seamos sensatos. Es verdad que hay mucha gente que vive con excesivo miedo, pero hay otra mucha gente que no es consciente, y como no lo paremos entre todos no lo vamos a conseguir. A todos nos molesta la mascarilla, a todos, pero si queremos parar el virus, no debemos quitárnosla. A todos nos molesta lavarnos las manos cada cinco minutos, pero hay que hacerlo. Si los niños no pueden jugar en el parque ni tener actividades extraescolares este año, los padres deben plantearse que una opción es trabajar con ellos en casa, haciendo actividades. Es un mayor esfuerzo el que tenemos que hacer los padres en esta situación, pero son nuestros hijos, y si queremos que sean unas verdaderas personas el día de mañana, debemos hacer el esfuerzo.

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–¿Los niños están demostrando ser más responsables que los padres?

–Los niños mantienen la distancia de seguridad, y en cambio ves a los padres a las puertas del colegio y están todos amontonados cuando les traen o les recogen, y luego, no puede ser, pero se van juntos a tomar café. Puede ser la necesidad de normalizar el miedo, pero debemos ser conscientes del problema que tenemos encima.

–¿Los colegios tienen verdaderamente planificado educativamente un nuevo confinamiento?

–Espero que lo tengan de verdad previsto. Se entregaron tarjetas para que las familias sin recursos se conectaran online, y eso ha sido perfecto. Pero parece que aún no se ha pensado en el mundo rural, en la cantidad de pueblos pequeños en los que también hay escolares a los que no les llega la señal de wifi. Han tenido seis meses y seguimos igual y si mañana cierran los colegios otra vez, los niños del mundo rural se quedan otra vez colgados.

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