La Audiencia juzgará a las dos acusadas por la estafa de Zep Travel en Palencia
El Juzgado, que declara a la Audiencia órgano competente, ha tenido que subsanar deficiencias al no ser notificados varios perjudicados
La magistrada juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Palencia ha acordado en un auto la apertura de juicio oral ante ... la Audiencia de Palencia contra P. C. H. y N. R. G., las dos propietarias de la agencia de viajes Zep Travel, que estaba ubicaba en la esquina de la calle Colón con la calle Barrantes de la capital palentina y que cerró por sorpresa el 11 de agosto de 2017, alegando falta de liquidez, dejando un reguero de clientes que se quedaron sin su dinero y sin poder realizar los viajes que habían contratado. Para cada una de ellas, el Ministerio Público pide una pena de siete años de cárcel y multa de 7.560 euros por un presunto delito continuado de estafa agravada en concurso medial con otro delito de falsedad cifra de perjudicados cercana a los 250 y una cantidad ecónomica presuntamente estafada próxima al medio millón de euros.
El del Juzgado número 5 se trata de un nuevo auto de apertura de juicio que no modifica el anterior, si bien con tantas acusaciones ha habido perjudicados que no habían sido notificados y que no pudieron formular acusación en su momento, cuestión que se ha tenido que subsanar.
El informe que la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Palencia remitió al juzgado ha podido determinar que, «en gran parte de los hechos denunciados, P. C. H. y N. R. G. -que fueron detenidas dos días después del cierre de la agencia y puestas en libertad con cargos-, una vez realizado el pago parcial o total de los viajes, realizaban las primeras gestiones para reservar dichos servicios turísticos pero sin llegar a abonar los mismos, por lo que las reservas terminaban cancelándose por falta de pago.
«Las investigadas, bajo argumentos falsos, solicitaban cantidades económicas, muchas veces en efectivo, como adelantos o señales para realizar pre-reservas, llegando incluso a pedir a las víctimas la totalidad del importe del viaje para poder realizar ciertas gestiones que, a la postre, no eran reales, puesto que, en el mejor de los casos, hacían una reserva del servicio solicitado por el cliente pero sin abonarla, ello a pesar de que habían obtenido ya el importe total de viaje por parte del cliente», añade el informe.
«Igualmente, como método de captación de clientes, utilizaban técnicas comerciales de apremio sobre el tiempo con supuestas «ofertas limitadas» en el tiempo o «paquetes combinados especiales» solo durante un pequeño periodo de tiempo, argumentos que a la postre han resultado ser falsos puesto que, en esos casos, no se llegaba a hacer la contratación», explica el informe, en el que se especifica que «estas técnicas se han detectado por las conversaciones de 'whatsapp' aportadas por los denunciantes», añade el informe.
En lo relativo a los cargos fraudulentos y el uso de las tarjetas de clientes por las investigadas, el informe policial detalla que se han denunciado tres actuaciones de la agencia diferentes. En una de ellas, las investigadas solicitaban a los clientes sus tarjetas de crédito, haciéndoles creer que abonaban los servicios que estos contrataban a la agencia, y con este convencimiento, los clientes se las facilitaban, cuando la realidad era que con sus tarjetas abonaban los viajes de otras personas.
En otra, las investigadas, habiendo obtenido previamente la numeración y los CVV (Card Verification Value) de las tarjetas para cobrar un viaje o servicio anterior conocido por los titulares de la tarjeta, realizaban, con posterioridad y sin el consentimiento ni conocimiento de estos clientes, cargos en dichas tarjetas que igualmente abonaban viajes o servicios de otros clientes. La manera de realizar los cargos podía ser operando en plataforma de pago mediante la introducción de los datos en la interfaz de dicha plataforma, o bien facilitando los datos de la tarjeta por teléfono o email al mayorista u hotel. Los afectados días o meses después de haber estado en la agencia detectaban esos cargos en sus cuentas corrientes.
Asimismo, las investigadas utilizaban el TPV o «datáfono» de la agencia para, sin la presencia física de las tarjeta, mediante la introducción de los datos de la misma, realizar cargos en ellas cuyo importe suponía directamente un ingreso en la cuenta corriente a la que se hallaba vinculado el TPV (Terminal Punto de Venta) o 'datáfono', no correspondiendo dicho cargo con un servicio contratado a la agencia.
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