La editorial Huerga y Fierro recupera a dos poetas raros y de Villarramiel

Son poetas, raros y de Villarramiel. Resulta curioso encontrar en la literatura palentina una coincidencia así en torno a una pequeña población. Los dos poetas pertenecen a generaciones diferentes, pero les une su dedicación literaria, además de ser dos autores raros por su trayectoria vital.

Son Felipe Boso, pseudónimo de Felipe Segundo Fernández Alonso, y Mariano Íñigo. El primero nació en 1924 y el segundo, en 1948. Los dos están siendo ahora valorados en el panorama literario español, como lo evidencia la publicación del primer libro de Boso y la recopilación de la obra completa de Mariano Íñigo, que han sido publicados por Huerga & Fierro Editores.

Felipe Boso, que falleció en Meckenheim (Alemania) en 1983, por un infarto, cuando había terminado la traducción de Cambio de aliento, de Paul Celán, estudió Filosofía y Letras en Santiago de Compostela. Posteriormente se trasladó a Madrid para especializarse en Geografía, hasta que en 1952 viajó a la Universidad alemana de Bonn como becario. Además de poeta, fue traductor. Perteneció a la generación de la poesía experimental y es autor de tres libros, uno de ellos publicado tras su muerte, Poemas concretos, que editó el centro de arte La Fábrica de Abarca de Campos en 1994. Los otros dos son T de trama (1970) y Las palabras islas (1981). Huerga & Fierro ha recuperado, pues, el primer libro de Felipe Boso, en una edición que ha estado a cargo de José Luis Puerto, poeta, catedrático de Lengua y Literatura y uno de los principales conocedores de su obra.

El libro está formado por poemas breves, que conforman estructuras gramaticales que juegan con las palabras, aunque los textos no se quedan solo en el juego, sino que además «tienen espíritu, mucho espíritu», según José Luis Puerto.

Justicia para Mariano Íñigo

La obra poética de Mariano Íñigo viene a hacer justicia a este autor que residía en Vitoria, y del que apenas se tenía conocimiento en Palencia hasta que falleció a los 64 años el 8 de diciembre de 2012. Autor de varios libros, cultivó una poesía social que reflejaba la marginalidad, las relaciones humanas y la pobreza. Obra poética, reúne los libros Bohemia interior (1983), Poemas existenciales (1992), Amargamente vital (1993), En una fosa de anhelos azules (1995), El desorden de la mano que mata (1997) y Noira Rocelina (2003), así como los inéditos Ciudad a quien mi mano negra quiere robar el rostro de la dicha (1994), Como el hijo predilecto de la nieve (1994), Manuscritos y otros poemas (1999), Devolvedme el asombro (1994-1999) y Los ojos de la lluvia (2004), además de poemas sueltos.