Frágil y divertida, pero es historia
El pasado de la provincia se resume en el castillo de Fuentes de Valdepero de forma didáctica con diez escenas de plastilina
Fernando Caballero
Lunes, 29 de diciembre 2014, 12:06
La provincia de Palencia ha tenido momentos históricos brillantes, paupérrimos, dramáticos... Puede ser más conocida o con lagunas que se irán desentrañando con el tiempo. Para eso están los historiadores. Pero la historia de Palencia puede tener una versión divertida, didáctica y con un gran potencial creativo.
El castillo de Fuentes de Valdepero ofrece una exposición permanente que evidencia una doble dimensión de la historia de Palencia, la divertida y la didáctica. La antigua fortaleza de los Sarmiento es unas las manifestaciones históricas que perviven de esa brillante historia de Palencia, de ahí que sea el escenario idóneo para albergar una muestra que reúne diez escenas de la vida de la provincia elaboradas con plastilina, un material aparentemente frágil, pero que en este caso contribuye a fortalecer el acercamiento a la historia palentina.
Las escenas han sido seleccionadas para que recorran someramente el devenir histórico de la provincia y fueron encargadas por la Diputación de Palencia a la Fundación Educa, que ya tiene experiencia en este tipo de expresiones divulgativas. Quien visite la exposición no saldrá con conocimientos profundos del pasado palentino, pero sí con el curiosidad de saber algo más de lo que hay retratado, en formato educativo, en estas diez escenas, que recogen aspectos en algunos casos anecdóticos y en otros más fieles a la realidad. Las representaciones históricas están elaboradas con numerosos detalles que atraen la atención del espectador.
La primera escena reproduce una casa de la época vaccea. Pallantia era una de las ciudades principales de la región vaccea y sus vestigios hoy se encuentran diseminados por numerosos yacimientos y en el propio Museo Arqueológico de Palencia. Hubo asentamientos en Carrión de los Condes, Paredes de Nava, Palenzuela o Tariego de Cerrato, entre otros muchos pueblos. Los vacceos fueron un pueblo eminentemente agrario, con instrumentos sencillos, como se recoge en la representación de plastilina.
La dominación romana dejó en Palencia numerosos restos, en forma de fundamentalmente de villas señoriales, entre las que destacan La Olmeda, en Pedrosa de la Vega; La Tejada, en Quintanilla de la Cueza, y la Villa Possidica, de Dueñas, aunque las únicas que se han investigado y permanecen abiertas al público son las dos primeras. Una simpática escena de masajes en una de esas villas es la que se reproduce en plastilina, con un pavimento que recrea los bellísimos mosaicos policromados de La Olmeda, construida en el siglo IV.
Vacceos, romanos... La tercera escena está dedicada a los visigodos, con la basílica de San Juan de Baños como principal manifestación histórica que pervive de este pueblo bárbaro, que tras pactar con Roma se asentó en los Campos Góticos, la actual Tierra de Campos. El rey Recesvinto erigió en el siglo VII este pequeño y significativo templo.
San Martín de Frómista
El románico y el Camino de Santiago se funden en la cuarta escena. El arte medieval está simbolizado en la iglesia de San Martín de Frómista, ejemplo del románico canónico, aunque muy restaurado, pero que ha sido durante muchos años el monumento más visitado de la provincia. La ruta jacobea está simbolizada en los peregrinos delante de este templo, que se levantó hacia el año 1066.
La primera universidad de España, que se erigió en Palencia, de la que se conmemoró en 2012 el octavo centenario, está representada en las figuras de lo dominicos en el Estudio General, instalado cerca de la catedral, se formó Santo Domingo de Guzmán y en la cátedra de la sabiduría, que protagonizó la vida cultural en el siglo XIII gracias al fundador, el rey Alfonso VIII, que contó con la inestimable ayuda del obispo Tello Téllez.
Durante muchos años, la historia local de Dueñas quiso situar la boda de los Reyes Católicos en esta villa, pero realmente no fue así. El papel que tuvo la ciudad eldanense fue acoger a Fernando de Aragón en su camino hacia Valladolid, donde conoció a Isabel y se celebró el enlace. La escena que se reproduce en la exposición es la llegada de Fernando a Dueñas vestido de arriero, entrando puerta que ahora se denomina Ojo de la Virgen.
El renacimiento palentino fue floreciente con la presencia de los Berruguete, el pintor Pedro y su hijo Alonso, escultor, ambos nacidos en Paredes de Nava. Un idílico taller donde trabajan los dos representa esta brillante página de la cultura palentina.
La industria textil vivió momentos florecientes desde el siglo XVIII, con afamadas fábricas de paños en Palencia y Astudillo. Los viejos telares ilustran esta actividad que dejó resquicios ya entrado el siglo XX con otras afamadas fábricas de mantas.
La actividad industrial experimentó en Palencia su propia revolución, que en la exposición se refleja en las explotaciones mineras que desde el siglo XIX comenzaron a perforar el suelo de la Montaña Palentina, desde Guardo hasta Cervera de Pisuerga, con Barruelo de Santullán como el pueblo minero más importante de la provincia.
El mundo contemporáneo está reflejado en el despegue industrial que se ha vivido con los polígonos industriales en el sur de la provincia, en un importante eje de comunicaciones europeo.