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Los figurantes del ejército cristiano se defienden con escudos de los ataques del público congregado en el puente.
Monzón castiga con nabos a su opresor

Monzón castiga con nabos a su opresor

La recreación de la batalla nabal entre cristianos y musulmanes congrega a numerosos espectadores

Raquel Martínez Carrascal

Lunes, 21 de julio 2014, 11:48

«Y así es como se hacen las cosas en este condado, al opresor, se le castiga». Con estas palabras se puso ayer fin a la sexta batalla nabal que se recreó en el puente sobre el río Carrión de Monzón de Campos, en la que musulmanes y cristianos se enfrentaron lanzándose nabos de una a otra orilla del cauce fluvial. Y vaya si hubo castigos ayer en Monzón, para todos, porque los 400 kilos de tubérculo que se lanzaron dan para muchas reprimendas.

Los primeros en recibir los nabos fueron los integrantes de los dos ejércitos, el cristiano y el musulmán, encarnados por actores de la Asociación Cultural Histórica Torre del homenaje, de Valladolid, y por vecinos de la localidad. Todos ellos, ataviados con atuendos de la época medieval, recrearon una leyenda del año 987 de nuestra era, cuando la Península Ibérica se encontraba ocupada por el ejército musulmán y las batallas entre los dos bandos eran continuas. Por entonces, los habitantes de las tierras del Condado de Monzón convivían con las tropas invasoras, a las que tenían que pagar tributos. Pero ese año la cosecha fue mala por la sequía y las plagas, por lo que los campesinos se negaron a pagar las parias que los musulmanes les exigían, lo que dio lugar a la batalla nabal.

A los dos ejércitos pronto se unieron ayer de forma activa en la lucha más de un centenar de vecinos y visitantes, que apostados en el puente sobre el Carrión pasaron de ser meros espectadores de los primeros lances de la batalla a actores protagonistas que lanzaron y recibieron nabos a partes iguales.

La batalla nabal recreada ayer se enmarca dentro de los actos organizados con motivo de la Condal de los Ansúrez, que este año celebró su decimocuarta edición. Cada año se rememora un hecho histórico ocurrido en la localidad terracampina y en esta ocasión la fiesta se centró en el encarcelamiento de los usurpadores del Condado de Monzón, a quienes la reina Teresa Ansúrez, madre del rey Ramiro III, en su viaje de camino a Oviedo paró en Monzón y depuso, encarceló y castigó.

«Los vecinos participan en esta divertida fiesta en la que intentamos incorporar cada año elementos nuevos para que no sea siempre lo mismo», destacó ayer Pablo Dehesa, presidente del Centro de Iniciativas Turísticas Bajo Carrión y Ucieza, satisfecho con el desarrollo de la batalla nabal y de todos los actos celebrados en Monzón durante el fin de semana, con los que la localidad se retrotrajo un año más a su pasado medieval, con los nabos como protagonistas.

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