Marroquíes tratan de escalar un muro para acceder a Ceuta. AFP

Consecuencias

La Canaleja ·

El Gobierno de los del dedo sin querer en el ojo nunca se han parado a pensar que, aunque sea inintencionado, en la vida tocar las narices, y más al vecino de abajo, genera problemas

Jaime Rojas

Valladolid

Sábado, 29 de mayo 2021, 07:56

Sonó el cristal, como ruido inesperado. Estruendo de rotura de un vidrio en los Maristas, los curas que entonces soñaban amoldarse a la Transición. ... Era una época en la que ya casi solo recuerdo mi condición de adolescente. Cristales rotos y mi compañero de pupitre, un chaval sin miedo, dijo que había sido él. El Hermano marista preguntó de nuevo incredúlo y el tipo, con un par, insistió: «Sí, he sido yo quien ha roto el cristal, ¿cuánto cuesta?». El cura dijo una cifra, supongo que al azar, y 'el pollo', así le llamábamos, respondió, «por ese precio rompo otro». Hace, buf, más de cuatro decenios que sucedió y quiero recordar que nunca hubo castigo.

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El gamberro y sus allegados salimos ilesos y presumo que nadie pagó el cristal, exactamente igual que 'like a rolling stone' pensaron en el Gobierno cuando tuvieron la genial idea de normalizar a un más que sospechoso rompecristales polisario, que miren por donde afirman que no acude con exactitud a la normalidad. Y lo llevaron a Logroño a curarlo.

Y esto tiene consecuencias, dice la embajadora de Marruecos en España porque la acción conlleva reacción y los actos acarrean con-se-cuen-cias, así, deletreado, que en el Gobierno de los del dedo sin querer en el ojo nunca se han parado a pensar que, aunque sea inintencionado, en la vida tocar las narices, y más al vecino de abajo, genera problemas.

Acostumbrados como estamos a tomar decisiones sin medir en estas Españas irreflexivas en las que vivimos, nos ofendemos cuando nos responden. Que los actos tienen consecuencias. El del cristal terminó sus días en el colegio expulsado, no por ese hecho sino por una trayectoria. Que menudo celo y humor tienen los curas y los vecinos de abajo cuando les rompes un cristal.

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