Una cría de elefanta albina sobrevive a una trampa de furtivos

Ver que esta elefanta albina puede comer resulta extraordinario. Hace semanas quedó atrapada en una en una trampa de caza furtiva en el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica que le cortó la boca. Con tan solo cuatro meses estuvo atrapada durante cuatro días, deshidratada e incapaz de comer debido a sus heridas, relata la fundadora de esta reserva donde elefantes como ella y otros animales se recuperan. Un santuario en el que Khanyisa, como la han llamado, vive ahora con una manada de elefantes.  Los elefantes albinos como ella son raros, pero pueden adaptarse a su entorno. Khanyisa se refugia en las sombras de los elefantes más grandes en los días soleados para proteger su piel. Y por las noches, cuentan, busca el abrigo de una compañera excepcional. Esta oveja con la que parece haber forjado un vínculo extraordinario.