Leonas en blanco y negro
Inés Antolínez, Sidorella Bracic, Nerea García, Bingbing Vergara y Tecla Masoko, jugadoras del Colina El Salvador, disputarán este mes el Mundial de Inglaterra
Este 2025 es el del salto internacional del rugby español; dentro de dos años, en Australia, los Leones volverán a una Copa del Mundo después de su estreno en Gales en 1999. Ya ha llovido. Sus compañeras los miran de reojo porque hace tiempo que hicieron trizas el techo de cristal en un deporte tan masculino. Dentro de unos días, el domingo 24 de agosto, iniciarán su camino en la Copa del Mundo de Inglaterra, lo harán contra Nueva Zelanda, la vigente campeona; a diferencia que los chicos, que en 2027 jugarán su segundo Mundial, las chicas disputarán su séptima Copa, lo que refleja que las Leonas están un peldaño por encima de los Leones en el escalafón histórico.
Tratándose de rugby, Valladolid no se podía quedar al margen, y aportará cinco jugadores a la lista definitiva elaborada por el seleccionador Juan González Marruecos: Inés Antolínez, Sidorella Bracic, Nerea García, Bingbing Vergara y Tecla Masoko, las cinco pertenecen al Colina Clinic El Salvador, equipo que ha completado una temporada 24-25 monumental con la conquista del doblete de Liga y Copa de la Reina. Las cinco Leonas tomarán el relevo de Alvar Enciso, Zarzosa, Jaime Alonso, Mata, Zapatero (El Salvador), Calle y Frechilla (VRAC), los siete vallisoletanos que alistaron para Gales'99.
Antolínez, Bracic, García, Vergara y Masoko ya tienen acreditado el sobresaliente en el curso, y es que a los títulos con el club colegial hay que unir el que sumaron con España en la Copa de Europa que se jugó en abril en Torrevieja; la matricula de honor llegará si consiguen ganar uno de los partidos de la fase de grupos, nada fácil, ya que están encuadradas con Nueva Zelanda (24 de agosto), Irlanda (día 31) y Japón (7 de septiembre). Si las neozelandesas son inabordables, irlandesas y japonesas sí son rivales con las que podrá competir, por negativas que sean las últimas referencias contra Japón en la reciente gira asiática (32-19 y 30-19). España siempre ganó un partido en sus participaciones anteriores en la Copa del Mundo.
La vallisoletana del quinteto, de Cigales, es Inés Antolínez, que ya atesora 22 caps a sus 28 años. La canterana de El Salvador transmite con sus palabras la ilusión de estar en un Mundial. «La gente que viene de atrás tiene muchas ganas de volver a tener presencia en el campeonato, ahora había más opciones porque se ha pasado de doce a dieciséis equipos». Antolínez es consciente de lo difícil que será ganar algún partido. «Empezamos con Nueva Zelanda, que es la campeona, y tiene una base y una cultura de rugby que la permite tener jugadorazas; contra Irlanda perdimos por solo dos puntos, 13-15, en el WXV de hace dos años en Dubái, estuvimos ganando todo el partido y perdimos al final, desde entonces Irlanda ha dado un salto muy grande, han crecido mucho y le han llegado a ganar a Nueva Zelanda, pero confiamos en plantarle cara; nuestro rival directo es Japón y creo que nos han venido muy bien estos dos partidos que jugamos en su casa, perdimos los dos porque cometimos muchos errores, pero fueron muy igualados. Tenemos muchas ganas de derrotar a un equipo que esté por delante de nosotros en el ranking [España es 13ª y Japón 11ª]». Antolínez fue titular en ese partido contra Irlanda; Bracic y Masoko entraron desde el banco.
La última prueba fue un revolcón contra la anfitriona de la Copa del Mundo, Inglaterra, que aplastó a España por 97-7, «dimos la cara aunque nos fueran cayendo los puntos y metimos un ensayo, el partido con Inglaterra marca la diferencia en la cultura del rugby y en la inversión, por lo que el repertorio de jugadoras es mucho mayor».
El concurso de las cinco jugadores en el Mundial es la guinda en el pastel del Colina Clinic El Salvador. «Hemos dado un salto de calidad y tenemos un grupo muy consistente, es el resultado de currar muchos años en silencio, sin decir nada, y ahora es el momento de recoger el fruto con la visibilidad que nos estamos ganando, como el dar el pregón de las Fiestas de Valladolid, es una manera de que las niñas tengan ganas de jugar al rugby».
El siguiente pase es que la Liga crezca y la competencia sea mayor. «El Salvador hizo una apuesta por el rugby femenino muy fuerte y la mantuvo cuando se descendió, el proyecto sigue en pie y ojalá otros equipos puedan igualar el potencial que tenemos nosotras ahora con entrenamientos juntas en el campo, en el gimnasio, sesiones de vídeo».
El grupo lo completan la pilier leonesa Sidorella Bracic, la más veterana con 32 años y 27 caps; la tercera de Gernika Nerea García, 28 años, con 15 caps y elegida mejor jugadora en la final de la Copa de Europa contra Países Bajos; la ala Tecla Masoko, una guineana de Navarra de 25 años y 8 caps; y la benjamina es una china de Zaragoza, Bingbing Vergara, medio melé con 9 caps a sus casi 22 años. Antolínez se acuerda de otras compañeras que se quedaron en el camino, «en el Mundial estaremos cinco, pero también hicieron méritos para ello compañeras como Matilda Toca, María Miguel o Belsay Escudero, que estuvieron en algunos entrenamientos». Quien seguro que las ha hablado de la experiencia de jugar una Copa del Mundo es Carmen Pérez, la fisio del Inexo El Salvador campeón de Liga, que formó parte de las Leonas que disputaron la Copa del 2017 en Irlanda, la última que jugó España.
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