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De izquierda a derecha: Manuel Paco, Emmanuel Boccia, Aida Herrera, Michel Arellano, Enric Deckler, Juan Carlos Vizcaíno y Rodrigo Zapatero, en la cima del Aconcagua. EL NORTE

Un palentino en un techo mundial

El escalador Rodrigo Zapatero alcanza, en uno de los primeros ascensos desde la llegada de la pandemia, la cima del Aconcagua, el pico más alto de América

Sábado, 5 de febrero 2022, 16:48

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Pocos son los montañeros que pueden contar que han tocado uno de los techos del mundo y mucho menos los palentinos que han conseguido hacer cima en ellos. El montañero palentino, Rodrigo Zapatero, ha sido el último en comenzar a formar parte de esa lista de privilegiados tras hacer cima en el Aconcagua, la montaña más alta de América y uno de los picos más altos de la tierra tras el sistema de los Himalayas. Pudo viajar recientemente como montañero, pero también como fotógrafo para documentar la expedición, una de las primeras en llegar tras el inicio de la pandemia. Junto a él, un grupo de siete españoles, aunque dos de ellos no pudieron acompañarles por diferentes problemas personales.

Finalmente, el grupo que llegaba a la cima lo conformaban el murciano Manuel Paco, el vallisoletano Miguel Arellano, la tucumana-española Aida Herrera, el catalán EnricDeckler y el palentino Rodrigo Zapatero. Junto a ellos, los dos guías, Emmanuel Boccia y Juan Carlos Vizcaíno. Una expedición que comenzó tras la Navidad, el pasado 10 de enero, y que hizo cima quince días más tarde. «Es un momento muy emocionante. Cada día teníamos una experiencia nueva, pero siempre con la climatología y la aclimatación como las variables más importantes a lo que hay que sumar la covid», explica Zapatero, que sufrió la burocracia para entrar al país con de la pandemia.

«La normativa para entrar era muy estricta ya que necesitábamos una PCR negativa para entrar a Argentina y un test de antígenos negativo para entrar al Parque Natural del Aconcagua. Además, si se hubiese dado el caso de algún positivo en el grupo, estábamos obligados a bajarnos todos. También el certificado de vacunación, de aptitud médica... Mucho papeleo», añade.

Rodrigo Zapatero posa con la bandera de Cisneros, su pueblo, en la montaña argentina. EL NORTE

La del palentino fue una de las primeras expediciones en completar semejante proeza. «Estuvo todo parado desde que empezó la pandemia, con lo que hemos sido el primer grupo español en subir». Al principio, la situación meteorológica no acompañó. «Pintaba todo mal porque daban mal tiempo. Íbamos con veinte días y cuentas con que en la mayoría haga buen tiempo, pero todo fue incierto porque empezamos con nieve y vientos fuertes. Nos tocó subir con viento, pero eran rachas tolerables», afirma.

«Salimos el 10 de enero y los primeros días estuvimos aclimatándonos. Hicimos 'trekking' hasta Plaza Francia (4.100 metros), después fuimos a Confluencia para regresar al campamento base. Tras ello, ascendimos al Cerro Bonete (5.004 metros). Son varios días de subidas en altura para bajar a descansar y eso te facilita la aclimatación. Tras eso, subimos al Nido de Cóndores (5.350 metros), vuelves a bajar, subes a Cólera. Cuando terminamos de aclimatarnos, el día 23, iniciamos el ascenso final a la cima», detalla el montañero.

Pero la dificultad por llegar a la cumbre les hizo pasar por malos momentos. «Donde más lo noté fue en los primeros días, tras el contraste entre nuestras cotas y la propia montaña. Uno de los compañeros no logró aclimatarse tras bajar del Cerro Bonete. El médico le dijo que descansara un día a ver si lograba recuperarse, pero cuando lo volvió a intentar se encontraba mal y se mareaba. Al final, tuvo que ser evacuado en helicóptero porque tenía un principio de edema. Tienes que ser muy paciente y no correr al principio, el cuerpo se tiene que acostumbrar. Arriba es muy duro y tienes que hacer un esfuerzo final», confiesa Rodrigo.

Preparación previa

Una preparación que comienza días antes de llegar a la propia Argentina. «No es necesario que seas un atleta de élite, pero sí que necesitas una preparación física. También es importante la preparación psicológica. Estar acostumbrado a andar en la montaña y no sufrir, a partir de ahí es la cabeza la que te ayuda a subir».

Sin duda alguna, una experiencia única, no solo por la gesta conseguida, también por las maravillosas vistas que pueden contemplarse en una de las cimas más importantes de los Andes. «Es emocionante, aunque es un momento extraño porque llegas cansado, con falta de oxígeno y apenas sin fuerza. Durante ese momento, salió el sol y nos daba mucha fuerza. Estuvimos disfrutando cerca de diez minutos, lo que nos permitió la hipoxia», señala el montañero, que inmediatamente comenzó la bajada junto al resto de sus compañeros. «Eso es muy delicado porque has gastado mucha fuerza y muchas veces bajas sin ella», añade.

Este es el pico más alto que Rodrigo Zapatero ha subido, pero tiene ya varias montañas de envergadura como el Mera Peak (6.471 metros) en plena cordillera del Himalaya. Las ambiciones de este montañero no acaban ahí, ya que ya está pensando sus próximos retos. «Tengo abierta la mente a otras posibilidades, pero aún no me he decidido. Ahora quiero disfrutar este momento», reconoce, que en la actualidad se encuentra trabajando con el material fotográfico y visual extraído de la increíble experiencia.

«Mi intención es poder hacer pronto un audiovisual y exponerlo. Estos viajes se disfrutan cuando los preparas, cuando los haces, pero también cuando los recuerdas», añade, que mostrará a sus paisanos palentinos lo gratificante de una experiencia única: alcanzar uno de los techos del mundo y disfrutar de los picos espectaculares de la cordillera de los Andes.

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