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Juan Carlos y Eusebio, con la sub-21 en el Estadio José Zorrilla en 1986. En pequeño, Rubén Baraja en 2004. P. Cacho y EFE

La Selección en Valladolid

Una Roja en blanco y violeta

Pocos vallisoletanos y blanquivioleta en los siete partidos de España en los dos estadios Zorrilla. Desde Julio Cardeñosa a Goyo Fonseca, pasando por Borja Lara y Eusebio Sacristán

Martes, 14 de octubre 2025, 07:20

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La relación del Real Valladolid y de la ciudad con la selección de España no pasa de ser cordial, sin alcanzar la categoría de romance; para un club al borde del centenario y con un puesto de honor en la clasificación histórica de Primera, siete partidos de La Roja, y solo cuatro de la absoluta, no son muchos para dos de los tres estadios que cobijaron al club blanquivioleta en sus más de noventa y siete años de historia.

Tampoco hay que estirar en exceso la lista de jugadores de Valladolid o del Pucela que hayan vestido la camiseta nacional. El primero de ellos reunió las dos condiciones, Gerardo Coque, quien el 1 de junio de 1952 se convirtió en el primer vallisoletano y el primer blanquivioleta en debutar con España, un 6-0 en Chamartín con la guinda de ser el autor del primer gol. Coque compartió el once con leyendas como Zarra, Ramallets, César o Gainza; en el banquillo se quedaron sin jugar, eran tiempos sin sustituciones, los hermanos Lesmes.

El último futbolista nacido en Valladolid que jugó con España es Rubén Baraja, por entonces en el Valencia; fue en Bratislava, noviembre de 2005, con 1-1 contra Eslovaquia en partido de clasificación para el Mundial. Baraja se quedó en 43 entorchados en un equipo en que Luis Aragonés ya alineaba a Xavi, Casillas, Torres, Xabi Alonso, Puyol o Villa; todavía a Raúl. Sergio Escudero estuvo a punto de sucederle once años después, pero Lopetegui le dejó en el banquillo en los partidos contra Macedonia e Inglaterra. Hay que irse más atrás para disfrutar del último partido de un futbolista blanquivioleta con La Roja, fue algo tan efímero que solo duró once minutos, los que le concedieron a Ricardo para sustituir al imberbe Casillas en el 1-0 contra México en el Colombino onubense. Era noviembre de 2001, meses después Ricardo ficharía por el Manchester United.

La sub-21

Ahora sólo ha habido que esperar dos años, entre las visitas de Georgia y Bulgaria, para que España desembarque en Valladolid. El viejo Zorrilla lo hizo durante treinta y tres, hasta que la Federación trajo un partido de la Copa de la UEFA amateur contra Turquía, el 7 de marzo de 1974; el estadio se había quedado anticuado frente a todos los que se levantaron en los cincuenta y sesenta, y solo la instalación de las torretas de luz eléctrica, el verano anterior con el I Trofeo Ciudad de Valladolid, permitió la celebración del partido.

Entrenaba Toba y el seleccionador absoluto, Ladislao Kubala, tenía la costumbre de convocar a futbolistas de la ciudad o del club donde se jugaba. En este caso hubo dos, pero estuvieron por derecho propio, Geñupi y Cardeñosa, que compartieron vestuario en el Europa Delicias; el primero hizo carrera en el Racing de Santander, y el de La Rubia fichó ese verano por el Betis para convertirse en el centrocampista de más talento del fútbol español en el segundo lustro de los setenta. Cardeñosa era la figura de un equipo en el que destacaban los gijoneses Megido y Castro, el hermano de Quini, el bilbaíno Guisasola o el canario Pepe Juan.

Cuatro años después, el 4 de octubre del 78, España jugó un partido clasificatorio para el Europeo sub 21 y el joven equipo de José Emilio Santamaría perdió por 0-1 ante Yugoslavia. En el once titular, otro talento de Valladolid y del Real Valladolid, Borja Lara, formando equipo con los Carrasco, Gallego, Buyo, Julio Alberto o Navajas, que años más tarde ficharía por el Pucela. Borja formaba parte de ese gran Real Valladolid de la temporada 78-79, con Pachín, que se quedó a las puertas del ascenso a Primera y de la final de Copa.

La noche del 19 de octubre de 1986 debería estar grabado en bronce en las paredes del Zorrilla. Las selecciones de España rompieron una sequía de veintidós años, desde 1964, para conquistar la Eurocopa sub 21. Y lo hizo en Valladolid, con un 2-1 que igualó el resultado del partido de ida en Italia, y con un Ablanedo que se vistió con la capa de héroe en la tanda de penaltis. El estadio se llenó hasta la bandera, con un aforo entonces de 33.000 espectadores, y el calor y la pasión de la afición enterró para siempre el alias de 'Pulmonía'; a partir de ese día, la ciudad ya exigió al presidente Villar la presencia en Zorrilla de la selección absoluta. Valladolid se volcó, entre otras cosas, porque esa España fue más pucelana que nunca, con Eusebio en el centro del campo como jefe de máquinas, con Andrinúa y el recuerdo que dejó su cesión desde el Athletic un año antes, con el vallisoletano del Cuatro de Marzo Paco Llorente, que ya cabalgaba por las laderas del Manzanares, y con Juan Carlos, el Galgo de Puente Castro, que entró como refresco para redondear el milagro de la chistera que encontró don Vicente Cantatore en la cantera blanquivioleta. Además, no era una Italia menor, sino una 'azzurra' con Vialli, Mancini, Donadoni y Zenga.

La Absoluta

Por fin llegó España a Valladolid, seis años después de elevar al cielo la Euro sub 21, fue el 11 de marzo del 92 contra una Estados Unidos en fase de preparación de su Mundial. 2-0 en una Roja que alineó en punta a Goyo Fonseca con la camiseta blanquivioleta por debajo; también saltó desde el banquillo su paisano de La Seca, Eusebio, a punto de ganar la Copa de Europa con el Barça. En el once titular estuvieron Fernando Hierro y Vizcaíno, uno con pasado y otro con futuro pucelano; era una España de transición entre Miera y Clemente y el inquilino interior del banquillo fue Chus Pereda, que dejó un recuerdo imborrable en el viejo Zorrilla con solo una temporada, la 58-59.

El siguiente partido fue oficial, dentro de la fase de grupos del Mundial de Francia, un 8 de junio del 97, por una vez en partido primaveral que permitió subir al Zorrilla con manga corta. El Real Valladolid vivía su última época feliz con el equipo de Cantatore clasificado en Europa y se volcó con una España de Clemente con Guardiola, Raúl y Zubizarreta en sus filas; junto a ellos, dos madridistas con pasado blanquivioleta, otra vez Hierro y el cántabro Amavisca. España venció 1-0 a la República Checa de Pavel Nedved, Balón de Oro 2003.

El 1 de marzo de 2006 Zorrilla acogió el 3-2 contra la Costa de Marfil de Drogba y Touré Yayá. Fue un amistoso que sirvió para presenciar la formación de la España que se convirtió en una de las grandes selecciones de la historia del fútbol, la España de Luis Aragonés con los Casillas, Ramos, Puyol, Fàbregas, Torres y Villa; junto a ellos, dos futbolistas con un papel secundario que pasaron de forma fugaz por el Real Valladolid, el delantero Luis García y el central Juanito.

Hasta ahí llegó la relación de Valladolid y del club con España, sin representación en el 3-1 contra Georgia, del 19 de noviembre del 23, diecisiete años después de la visita anterior; era un partido de clasificación para la Eurocopa que se conquistó meses después, todavía colea en la historia por la grave lesión de Gavi, y en esa España de Luis de la Fuente ya estaban Rodri, Balón de Oro 2024, Nico Williams, Carvajal y, desde el banquillo, Lamine Yamal; enfrente, con Georgia, Kvaratskhelia. En la cita de hoy con Bulgaria, el único poso blanquivioleta será el que puedan aportar Pedro Porro y Jorge de Frutos, que apenas contaron en la etapa de Sergio, y ahora son internacionales.

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