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Sergio de la Fuente cierra el paso al rebote a Sasha Borovnjak. Rodrigo Jiménez

El derbi se juega en la pizarra y se queda en Valladolid

El Clínica Sur-Aspasia dominó de principio a fin, siempre en el alambre pero con suficiente distancia de seguridad como para atar su tercer triunfo y reforzar su liderazgo en el grupo A

Domingo, 1 de noviembre 2020, 16:36

Hay líder sólido en la LEB Oro. La metamorfosis que ha sufrido en apenas un mes, cuando todo eran dudas, no solo le ha cambiado la cara sino que ha disparado sus acciones en la competición. Ahora sí le sienta bien el traje de candidato -de momento a dominar esta primera fase, quien sabe si con el tiempo también al ascenso-, y en tres pinceladas ha demostrado estar preparado -armado ya se sabía- para competir en todo tipo de escenarios. Lo hizo a marcador alto con Ourense, se agarró al sacrificio defensivo para apabullar al Leyma Coruña en su propia pista, y en su tercer examen salvó con buena nota un partido extraordinariamente táctico que se jugó en las trincheras durante tres cuartas partes. Destino Palencia planteó numerosas trampas en su visita al polideportivo Pisuerga y de todas escapó con solvencia.

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El líder no dio tregua, y a diferencia de lo sucedido en octubre durante la Copa de Castilla y León, controló el partido de principio a fin, en el alambre pero con suficiente distancia de seguridad y, sobre todo, siempre un paso por delante de su rival. En juego estático, en la rotación, en la aportación de su banquillo, y como consecuencia, también en el marcador.

Clínica Sur-Aspasia

Timmer (17), Paasoja (6), Kavas (-), Nacho Martín (7) y Van Zegeren (10) -cinco inicial-, Mason (8), Sergio de la Fuente (17), Pantzar (6), Smits (2), Dani Astilleros (-) y Gantt (-).

73

-

66

Destino Palencia

Mascarelli (7), Richotti (14), Zubizarreta (4), Borovnjak (24) y Gatell (1) -cinco inicial-, Purifoy (9), Narcis (-), Dani Rodríguez (5), y Smith (2).

  • parciales: 23-15, 37-28 (descanso); 48-45 y 73-66 (final).

  • árbitros: Bravo, Uruñuela y Checa. Eliminado por faltas Borovnjak (minuto 40).

  • incidencias: Tercera jornada del grupo A, disputada en el polideportivo Pisuerga con 1.400 espectadores en las gradas.

El derbi partió en la pizarra, con dos equipos agarrados al trabajo de la semana y entregados al 'scouting' de sus técnicos. Mientras Arturo Ávarez puso en pista dos 'cincos' (Gatell-Borovnjak) para contrarrestar la primera apuesta interior de los locales (Nacho Martín-Van Zegeren), Hugo López confió en Kavas como muro de contención frente a Richotti. La primera orden incluía a Zubizarreta en pista para secar la inspiración de Timmer en el caso de los palentinos.

Lo había advertido el técnico visitante en la previa y el paso de los minutos demostró que no se iba a quedar en una declaración de intenciones. Si alguna baza tenía en el derbi, estaba obligado a dejar a Valladolid por debajo de 65 puntos. En ese empeño se empleó aunque para ello tuviera que esperar al segundo cuarto. De salida pinchó y el envite desde el banquillo de colocar a Zubizarreta sobre Timmer no solo naufragó sino que le costó el mando del partido. Con los roles mucho más asumidos en el Clínica Sur-Aspasia y un buen trabajo de ayudas atrás, fue el base norteamericano el encargado de hacer el primer roto (21-11, minuto 8) ante un Destino Palencia, incómodo y desubicado, que tardó en meterse en faena (35-22, minuto 16, máxima de todo el partido). Sin rastro de la soltura y desparpajo demostrada en la Copa, y sin la huella todavía de Borovnjak (doce minutos gastó hasta anotar su primera canasta), el conjunto de Arturo Álvarez llegó al descanso con mejor resultado que sensaciones.

Aspecto de las gradas del pabellón Pisuerga. r. jiménez

Algo parecido debió pensar en el vestuario el técnico asturiano porque a la vuelta optó por repensar su plan de partido para reforzar su repertorio de trampas y encorsetar aún más el derbi. El órdago dio resultado. A un lado de la pista logró frenar en seco la producción del Real Valladolid Baloncesto y al otro se dispuso a surtir de balones a Borovnjak en el juego interior para que el serbio se enchufara de una vez por todas al partido. Un parcial de 2-9 le dio la razón (41-40). La primera bomba la había desactivado.

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No iba a ser la única. Con el partido definitivamente en el barro, lo colectivo dio un paso a un lado y dejó margen a que se asomara el talento individual. Fue Timmer quien primero tomó la iniciativa y tras el americano se asomaron Sergio de la Fuente -que aprovechó los minutos con Narcis como par- y Borovnjak. Cinco puntos de uno fueron contestados por siete del otro para dejar las cosas como estaban (55-52, minuto 34).

Para entonces el partido se jugaba ya en cada posesión, eso sí, con una rotación mucho más desgastada que la otra. A medida que se divisaba el final, el fondo de armario iba jugando un papel determinante. Y en ese punto en el que muchos equipos piden tregua, la amplitud de plantilla de Valladolid proporciona una vuelta más de tuerca.

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Con Palencia agarrado solo a la aportación del serbio Borovnjak (4/22 en triples), el líder disfrutó de la suficiente frescura como para repartir sus esfuerzos... y también sus aciertos. Un triple de Paasoja abrió brecha (61-52) y dio paso a un carrusel desde la línea de tiros libres que permitió al líder hacerse con su tercera victoria. Aún dispuso de una última oportunidad Palencia pero Richotti la desaprovechó con 71-66 y 33 segundos por jugarse.

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