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Marifé Santiago. Antonio de Torre

Sobresalto ético

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Marifé Santiago: «Página a página recorro la arquitectura de una época que se alzó impía sobre las espaldas de la miseria y las advertencias del miedo»

Marifé Santiago

Sábado, 12 de diciembre 2020, 08:46

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Aquella «niña chica», el húmedo chozo oscuro construido con resignación impuesta y encanallada entre la paja y las piedras. Imágenes como de tiempo mítico cuya infamia soportaría desplazándola al territorio de lo simbólico. Pero Miguel Delibes no me deja...

1984, Mario Camus acaba de estrenar la versión cinematográfica de la novela que voy leyendo en el metro rumbo a la Facultad de Filosofía: 'Los santos inocentes'. Me habría pasado de estación si Moncloa no fuera el fin de trayecto. Sobresalto ético. Llega de haber creído que todo era un testimonio antiguo cuando, en realidad, sus protagonistas pueden estar en este mismo vagón pues la historia transcurre hace unos 20 años, en esa década de los sesenta que data mi edad. Sus renuncias, su sacrificio y su humillación sostienen mi inapelable libertad en la España de un presente que reestrena democracia, y nos ofrece ser una juventud sin pasado.

Página a página recorro la arquitectura de una época que se alzó impía sobre las espaldas de la miseria y las advertencias del miedo. El que, sin réplica, sacaba del colegio y le arrancaba la infancia a las niñas pobres para que se ocuparan de la finca, cachorros y familiares decrépitos de los señoritos Ivanes, mientras miles de Pacos y Régulas bajaban los ojos con un temor que habían acabado llamando gratitud.

Una de esas niñas, que puede ser mi madre, identifica la injusticia cuando imagina la palabra «estudiar». Ni siquiera elige. Se marcha para poder decir «trabajar» y no «servir». Y para que, en un futuro no imaginado, yo pueda leer 'Los santos inocentes' camino de la universidad. (Vimos juntas, por cierto, la película en un cine de Gran Vía poco después de este recuerdo; le sudaban las manos y le temblaban los labios cada vez que Azarías, uno de tantos reconocibles santos inocentes decapitados, llamaba a su Milana bonita).

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