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Juan Van-Halen. Hoy

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Juan Van-Halen: «Cómo sufriría Delibes si asistiese a los atentados que hoy recibe el lenguaje desde un mal entendido feminismo rampante. Lo que por ahí llaman 'lenguaje inclusivo'»

Juan Van-Halen

Sábado, 12 de diciembre 2020, 08:47

El pulso literario, la estética de Miguel Delibes están presentes, a la vista o agazapados, en no pocas páginas escritas ya en su tiempo y después. Su influencia es indudable. Del conjunto de sus novelas, muchas de ellas ya clásicas, me quedo en esta ocasión con una sorpresa: 'Parábola del náufrago', publicada en 1969. Cuando leí la novela al poco de editarse me sorprendió como lector y me alivió como ser humano. Supuso un respiro en el aborregamiento, la deshumanización, el autoritarismo, desde una dura y ocurrente denuncia de los totalitarismos por la vía de la sátira a la que Delibes consideró parábola. Y lo es.

De la lectura de la novela nos crece una verdad que supone una enseñanza moral, un ejemplo. Dentro del fondo y mensaje éticos de toda la narrativa de Delibes, esta es una obra atípica por su contenido, tratamiento y cercanía a la novela fantástica. Ecos de Kafka y de Orwell. Y es atípica por su crítica al experimentalismo del lenguaje precisamente valiéndose de él. Defiende el idioma desde la misma exageración de supuestos pasos adelante.

Cómo sufriría Delibes si asistiese a los atentados que hoy recibe el lenguaje desde un mal entendido feminismo rampante. Lo que por ahí llaman «lenguaje inclusivo». Sus personajes son arquetípicos. Jacinto San José se rebela contra el paternalismo autoritario del jefe, don Abdón, «el padre más madre de todos los padres», mientras su amigo, al que compadece, Genaro Martín, un probo y sumiso funcionario, ha sido convertido en perro. Jacinto San José promueve la reacción contra el autoritarismo agobiante y arbitrario de don Abdón, el movimiento «Por la mudez a la Paz», y es sometido a «terapia» en un lugar de recuperación, diríase de reeducación, porque se le considera «enfermo»; un gulag de los muchos que nuestro mundo ha padecido y de los que no está libre aunque, ingenuamente, a veces lo creamos. Arremete el maestro Delibes contra el férreo control del Estado y la asfixia de la burocracia. 'Parábola del náufrago' ha sido mi relectura de Miguel Delibes en nuestra realidad pandémica de agosto. Mi conclusión es que todos somos, seguimos siendo, náufragos.

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