La hoja lívida del tiempo

La angustia del tiempo cruzó por mi pecho cuando leí mi primer libro de Miguel Delibes, 'La hoja roja'. Era muy joven. Me sentía muy lejano de la historia, la jubilación de un funcionario que durante muchos años solo había vivido para su trabajo, su sentimiento de que ya nada le quedaba por hacer en la vida. Mientras leía el libro en horas de hambre universitaria la voz de la muerte avanzaba por las palabras quedándose en mi silencio. Adentro sonaba como un violín herido. Los viejos se ponen al sol porque ya llevan el frío de la muerte adentro, dice Delibes en boca del Eloy observando la vida como un pinchazo de soledad. Aunque las palabras, sentía, no estaban escritas para mí, leía con ganas. Era tan joven que siempre me iba de algo, de alguien, de algún lugar. Percibía en todo el dolor del final anunciado, por eso entendí el simbolismo de esa hoja roja que aparece en los librillos de tabaco cuando se están acabando. La literatura de Delibes, con su minuciosidad, inteligencia y belleza, tendió un puente de letras por el que llegué a su orilla. 'La hoja roja' es una novela sobre la soledad y la muerte. Como dice Umbral, Delibes quiere llevarnos ante una evidencia última: el hombre está solo. La soledad es una angustia que sale como humo de las palabras. Por eso me gustó el final. El viejo Eloy encuentra otra soledad, la de su criada, la joven Desi, también sola por la encarcelación de su novio. Esas dos soledades se abrazan. El dolor de la soledad lo puede curar quien tienes al lado. Bello mensaje.

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